En la madrugada el silbato aúlla,
lo veo levantarse y vestirse de prisa,
desayuna y sale a la luz de la mañana;
«Condenada vida», murmura en la parada…
Oh, señor, ¿Es esto todo cuanto yo puedo esperar?
No puede ser cierto, tiene que haber algo más…
Final del día, el silbato llora,
cansados y gastados, los obreros ya se van,
y es mejor que lo sepas, esta noche, nene,
esta noche, alguien lo va a pasar mal…
Oh, señor, ¿Es esto todo cuanto yo puedo esperar?
No puede ser cierto, tiene que haber algo más…
En medio de la bruma o el sol abrasador,
yo he visto a mi padre cruzando aquel portón;
La fabrica le dió el pan de cada día,
y a cambio le quitó un día más de vida…