Y te encontré mirando sola el mar
en medio de una multitud
y con los ojos cerrados.
Debí creer que estabas tan cerca
como nadie antes había estado.
Pude entender muy a pesar de mí
que el tiempo nunca nos espera,
y si guardé algo solo para mí
era para imaginarlo.
Yo te doy mi lugar mejor
y espero que hoy no sea tarde
una luz que nos dé calor
y un sueño que nunca se apague.