Malvada suerte que no quiso morir
en mis brazos,
pecado de amor y de odio,
no puedo resistir la tentación.
Estoy cansado de esperar
mientras todo cae alrededor,
no hay lugar donde escapar,
no hay lugar para esconder el dolor.
Adonde voy, adonde fuí,
no encuentro la forma de seguir
esquivando piedras a cada paso;
solo quiero un poco más,
quiero otra oportunidad
de seguir hasta el final.