Como un subte sin control
me metí dentro del túnel.
No más cálculos por hoy,
me fui olvidando del tiempo.
Sumergido en el momento,
en tu tacto y en mi voz.
Puse el gancho y desde hoy,
me entregué a la incertidumbre.
Y así fui…
en un taxi ambulancia a tu planeta,
esperando más de mí.
Es así…
cuando se alejan las luces del día,
voy empezando a sentir…
Es así.
En el cuarto no hay dolor,
hay estrellas y no hay cielo.
De fondo llega Pink Floyd
y vamos dejando el suelo…
Insinuando el arte van
alterándose los cuerpos.
Convulsiones y el final,
dignifica nuestros tiempos.
Y después…
fundo a blanco sobre mi conciencia,
creo desaparecer.
Floto y…
el aire se olvida de su tarea,
se divierte al disponerse a mí.
Lejos la vulgaridad,
lejos los racionalistas.
Poco hay del más acá,
más allá la vida misma.
Y nadie nos encontró,
suspendidos en el tiempo.
Burbujas que desconocen
las mañas del pavimento.
Transforma la energía los estados,
«No pasa esto siempre acá» se escuchó…
Sonrieron sin perder el paso,
un cuadro dentro de un cuadro real.
Tu ventana nunca es alcahueta de la realidad.
Solo es escenografía que estimula,
y protege todo lo que pasa acá.