En los albores del día,
cuando la lluvia descanse aquí,
me encerraré en mi guarida de nada.
Y recordando tus soles
me veo regresar allí
porque tu magia permanece en mí.
Es que las olas no pasan,
son mi cruz,
vuelven hacia el mar con él.
Las olas no pasan
y es verdad, ¿qué voy a hacer?
Pero cuando otras salidas
vengan a suplantar a mi Dios
buscaré darle un respiro a mi corazón.
Es que las olas no pasan,
son mi cruz,
vuelven hacia el mar con él.
Las olas no pasan
y es verdad, ¿qué voy a hacer?
¿Qué voy a hacer?
En los albores del día,
cuando la lluvia descanse aquí,
me encerraré en mi guarida de nada.
Es que las olas no pasan,
son mi cruz,
vuelven hacia el mar con él.
Las olas no pasan
y es verdad, ¿qué voy a hacer?
Las olas no pasan, no.
Son mi cruz.
¡No, no!