No, no hay pan ni trabajo
No, no hay trabajo ni salud
Sólo me dan soluciones imposibles
Estos tiempos son muy duros, hay que aferrarse a la cruz
La cruz siempre nos ampara, depositamos nuestra fé
Jesucristo y Cia., sucursales en el mundo,
no importa el color de piel
Ay Jesucristo, no tienes perdón de Dios
En tu fábula decía que los pobres importaban
Aquí esto no se entendió
La piel de este comerciante, limpia, sin manchas de cal
Pon tu plata cuando mueras
Tu alma descansará en paz
Ay Jesucristo, no tienes perdón de Dios
Una empresa bien formada que está llena de oligarcas
La gente se lo creyó