El Diablo y Dios,
mi lengua, tu voz,
el agua y el vino,
la sangre y el sol,
el viento y la luna:
todo va peor.
No quiero pensar,
tu boca me dejó
tirado a la sombra
de mi corazón
pidiendo limosna,
pidiendo perdón.
El amor es una trampa
y a la trampa fui a parar.
El anzuelo fue tu estampa,
tu figura escultural.
Mi destino era perderte,
en tu mundo no tenía lugar.
Como el agua y el aceite
nos teníamos que separar.
Qué linda que sos,
qué feo que soy.
El día y la noche
se parecen más.