Se encadenó y fue
hacia el fondo del mar,
anclado en su razón.
Y nunca más volvió,
por qué habría de volver.
Fue cuando la verdad
pesó menos que su sostén.
La piedra hirió a la bestia
y ahora queda el rencor,
que se transforma en base
de la articulación
de las palabras neutras.
Pero ahora sos el juez,
y cuando el ego sangra
adorás tu pared.
Tu pared…
Las guerras se dan
por las posturas
y no por las verdades.
Y tu verdad no habla bien
de la realidad
Cuál será la razón
del primer ataque…
A qué le estás pegando
al salivar…
La ira se acumula
y nadie sale bien.
En la Torre de Babel
no llegaron a nada
por lo mismo que acá ves.
Tirás de la frazada
y desprotegés mis pies,
y no construimos nada.
No hace bien…
La energía que está en vos,
esa aguja que va en vos,
¿quién la mueve?
Más leña al fuego
nos puede matar.
Y no te veo sostener las paredes.
Hay platos rotos
y te estimulás…
Tu negativa ríe del esmero,
y nuestro camino cesa ante tu NO.
«Que el fuego lo apaguen los bomberos»,
dijiste alejándote del sol.
Tu negativa ríe del esmero,
y cualquier camino cesa ante tu NO.
«Que el fuego lo apaguen los bomberos»,
dijiste alejándote del sol.