«Con esta pinta matás esta noche, estás hecho una fiera»,
me dije mientras me ponía las botas y salí a la vereda.
Arranqué el auto, de primera a cuarta la Chevy volaba;
llegué a la boite y allí todas las chicas a mí me esperaban.
Una por una yo les sonreí, casi que sí les digo,
pero de allí enseguida me fui, yo quería estar contigo.
Me tomé un whisky en la barra y no pude bailar una pieza,
y volví a casa antes de que amanezca con dolor de cabeza.
Ven a bailar, vamos a gozar
este ritmo de moda,
yo me anoto en todas
bailando en la boite.
Ven súbete, vamos a gozar,
yo te llevo en mi coche,
pasaremos la noche
bailando en la boite.
Tu padre no quiere que nos veamos, no me quiere de yerno,
y aunque no soy un ejemplo tampoco yo soy un infierno.
Sólo me gusta reventar la noche en la boite con amigos;
lo reconozco, para mí trabajar es el peor castigo.
Ven, súbete, acomódate en mi asiento de piel de leopardo
y siente el bello rugir de la Chevy que estoy acelerando.
Si tienes miedo puedes abrazarme, agarra de la solapa,
con esta pinta yo te juro, nena, que no te me escapas.
Ven a bailar…