Oisin es mucho más que «la banda apadrinada por Zeta Bosio». El viernes despedirán el año en el Roxy con algunos temas nuevos.
Para ésta época todas las bandas despiden el año con un show. No será la excepción de Oisin, que el viernes en el Roxy tocará completo su disco debut («Algo que me saque del mal») más algunos temas nuevos, según prometen.
Elogiados por muchos, el quinteto de amigos-que-se-convirtieron-en-banda-de-rock es mucho más que «el grupo apadrinado por Zeta Bossio», como los tildan en todos lados. Han llegado a grandes escenarios en muy poco tiempo y cosechado buenas repercusiones en los medos. Karen, una de las vocalistas, adelanta detalles del show, del nuevo material que están componiendo y de su opinión acerca de «ser una estrella».
– El viernes tocan en el Roxy. ¿Cómo va a ser?
– Será el último show del año en Capital. Hace un par de semanas que no tocamos, asique estamos con muchas ganas. Vamos a estar tocando todos los temas del disco y un par de temas nuevos, que ya venimos haciendo. No queremos hacer demasiado de lo nuevo, pero es inevitable. Seguramente habrá un par de invitados.
– ¿Cómo las trata el mundo machista del rock?
– Siempre te enterás de cositas que se dicen, pero nosotras nos cagamos de risa. Como somos dos chicas cantando, sabemos que más allá de lo musical, los varones nos van a mirar a nosotras. Además nos gusta disfrazarnos y jugar un poco con la cosa sensual. Asique de alguna manera, quieras o no, terminamos potenciando eso. Como banda le damos mucha importancia a lo estético. También a veces leemos críticas que hablan más de la ropa que usamos que de otra cosa… no es que esté mal, pero no es solo un desfile de modas…
– Y esos chusmeríos, ¿no los afectan?
– Nos llevamos muy bien entre nosotros. Comentarios siempre vamos a tener, pero somos como hermanos, porque hicimos jardín, primaria y secundaria juntos. El otro día me enteré de que yo tenía un hijo y que el papá era Juan Manuel, el baterista… Muy divertido.
– Estrenan un video, además.
– Sí, nada que ver con el primero. Para el anterior tuvimos mucha plata. Trabajamos muy bien con un presupuesto fuera de lo común. Para éste fue todo lo contrario. Asique a un show en vivo le agregamos un montón de imágenes muy lindas que teníamos registradas en varios momentos y que hicimos en un estudio. Estamos muy contentos.
– ¿No les molesta que cada vez que se menciona Oisin siga la frase «la banda apadrinada por Zeta Bossio»?
– La única manera de superar eso es tocar y tocar y tocar y tocar, para que se den cuenta de que estamos trabajando mucho. La realidad es que Zeta nos ayudó mucho y nos grabó el disco, pero no compuso los temas. Es un tipo muy importante en el medio y por eso es inevitable que nos asocien así. No nos jode, pero queremos demostrar que estamos más allá de eso.
– ¿Les resultó demasiado pesada la expectativa que se generó a partir de ser «los recomendados por»?
– Al principio nos llenó de presión, porque si todos estos nombres están alrededor nuestro y hablando de nosotros, no podemos salir a hacer un show de mierda. Pero está buenísimo tener la presión. Porque nosotros veníamos de tocar en el secundario, en un ambiente de diversión y de juego. Y de repente tuvimos que dejar de jugar para hacer las cosas en serio.
– ¿Pueden vivir de ésto?
– No, no da. Se complica porque tampoco podés tener un trabajo muy estable porque no te permite viajar o hacer pruebas de sonido un viernes o un jueves a la tarde…. Lo vamos resolviendo como podemos. Yo renuncié a una compañía de seguros hace unos meses. Alguno de los chicos tienen más suerte con sus jefes.
– ¿Estudian?
– Gisela estudia letras. Y yo siempre hago cosas relacionadas al diseño de modas. Además, cada uno estudia su instrumento.
Deshinibida totalmente, es capaz de contar que tienen una relación tan de iguales con los chicos de la banda que casi sin darse cuenta terminan usando los mismos camarines. «Pasó mil veces que ellos nos piden que nos cuidemos un poco», se ríe.
– Los han comparado con Rebelde way, por ser «bandas de colegio». ¿Lo tomaron como algo despectivo?
– Yo me cagué de risa. Me preguntaron si estábamos de novios entre nosotros y ese tipo de cosas… y yo me la vi venir. Pero bueno, en ese momento fue inevitable la comparación, porque para colmo el video de ellos era con características similares al nuestro, la banda de colegio, las dos chicas… Creo que las diferencias quedaron claras.
– ¿Están influenciados por bandas de afuera que se manejan en estilos similares?
– Todos tenemos referentes de varios lados, ninguno en particular. Quieras o no, todos miramos MTV, pero uno no se da cuenta cuando aparecen las influencias. No creo que me haya influenciado Evanecense o Deftones… es un poco de todos, como también hay de Fito Páez, de Man Ray y de Fabiana Cantilo….
– El hecho de llevar un demo y terminar grabando es «el sueño del pibe músico» que casi nunca se cumple. ¿Son la excepción que confirma la regla?
– No existe eso de tener un sueño y llegar a ser estrella. Hay que laburar muchísimo. Hay que tener suerte e ir aprendiendo cosas. Pero lo principal está en el sacrificio.
– ¿Tienen material nuevo? Siempre dicen que el segundo disco es más difícil que el primero…
– A nosotros nos está resultando bastante fácil. Vamos a ver qué dice la gente. Estamos componiendo bastante.
– ¿Componen entre todos?
– Sí. A veces por separado y a veces todos juntos. Los chicos nos traen sus cosas y nos traen el cassettito para que lo escuchemos y trabajemos sobre eso. Y funciona bien. Al momento de escuchar el material hay algunas peleas fuertes, pero positivas. Queremos tener mucho para elegir después y por suerte están surgiendo cosas muy buenas.
– Pasó casi un año desde la edición del disco. ¿Qué cambió en éste tiempo?
– Cambiamos nosotros porque cuando empezó todo estábamos en el secundario. A cualquier adolescente que termina el colegio le pasa, que tiene que empezar a estudiar o trabajar, decidir si se va a vivir solo… A todos nos pasaron cosas pero relacionadas con la edad, asique no creo que nos haya cambiado tanto la vida. Quizás no tenemos tanto tiempo para nosotros, para salir, pero nada demasiado importante.
– ¿Tuvieron apoyo de sus familias?
– Más o menos. A los chicos los apoyaron bastante, pero a mí me echaron de casa. «Andate con tu bandita de mierda», y me fui. No me hablé con mis papás como por dos o tres años. Pero me vieron en la tele y me llamaron. Después vinieron a un show del Roxy, que estaba hasta las manos y fue fuerte. Es entendible, ellos siempre quieren que los hijos estudien… mi viejo es ingeniero, se pasó años en la facultad…
– ¿Cómo viene el verano?
– Ahora vamos a parar unos días y después arrancamos con todo de vuelta. Queremos que nos vean, que el disco se venda, se copie, se piratee, lo que sea.
– Participaron del Quilmes Rock, en San Pedro y en otros festivales grandes. ¿Qué les queda para el 2004?
– San Pedro fue la explosión. Nos dieron mucho espacio en los medios y ni siquiera teníamos el disco. Por más que fuera muy temprano y que la gente estuviera para ver a otros, te da una energía increíble. Ahora queremos el Cosquín (risas).
– Parece que les gustan las notas…
– Síííí, tenemos una vanidad que no se puede creer. Nos divierten mucho. A todos les gusta salir en las revistas o que hablen de vos en MTV.
– La tapa del disco, tu tatuaje, tu anillo, tus aros… siempre estrellas.
– Y sí, quién no tiene el sueño de ser una estrella?
