La cantante editó un DVD en vivo y será jurado en «Cantando por un sueño», el programa de Tinelli.
Patricia Sosa vive días agitados. Es que su sello le editó un DVD que debía salir en octubre («En vivo en el Gran Rex»), al tiempo que le han propuesto ser jurado en «Cantando por un sueño», concurso de famosos que teóricamente se estrenará hoy en ShowMatch. «Si todo se convierte en lo que es ‘Bailando…’ No sé cómo voy a reaccionar. Y si el alumno se pone muy malo, le pongo un cero y listo», dice la ex cantante de La Torre.
Con respecto al DVD, expresa que «es un laburo muy esperado, con un repertorio muy extenso y variado. Por caso, tiene Olvidarte no podrán, dedicado a Eva, y Adiós, uno de los temas centrales de Aladdin. También hay cosas de La Torre: una versión de Sólo quiero rock & roll, que dura ocho minutos, y otra de Tratando de cambiar el mundo».
–A propósito de La Torre. ¿Cantarías rock ante pibes de la edad de tu hija?
–No. Yo fui la cantante que expresó todo eso. Sé que me fue muy bien. Fue una etapa de mi vida muy sólida. Marqué una diferencia muy grande de lo que eran las mujeres en el rock. Me la banqué bien. Soy lo que soy porque fui lo que fui.
–¿Y hoy qué serías?
–Me siento completa, diría una cantante pop que puede cantar rock & roll muy bien.
–Es evidente que no tenés prejuicios.
–Yo no, pero se está haciendo un disco de los 40 años del rock nacional y a mí me sacaron de la lista. Me siento un ícono de las voces femeninas del rock. Lo produce Lito Vitale y él me había llamado. Pero después, no sabe por qué, los responsables me tacharon de la lista. Allá ellos; si quiero, me puedo hacer un disco de rock & roll yo sola.
–¿Sos una cantante técnicamente responsable?
–Sí, pero tuve mi época de irresponsable total. La última vez que lo hice fue en Ibiza, cuando con La Torre grabamos Sólo quiero rock & roll. Fue muy exigido, y el peor disco que hice. Lo escucho ahora y tiene tantas faltas de interpretación … Iba a bailar todas las noche y grababa a las ocho. Me di cuenta que no tenía resto. Entonces volví y me convertí en una fanática del estudio.
–Así como saltaste del rock al pop y de la música a la actuación. ¿Cuál es el próximo desafío?
–Sigo escribiendo. Publiqué un libro que se llama Código de barrio, que va por la segunda edición. Cuando las canciones no me riman, se convierten en cuentos, historias. Tengo la idea de editar otro libro y producir un espectáculo de canciones historias escrito para cantantes, más que para actrices.