El proyecto emergente se encuentra presentando su primer EP homónimo, que destila cierta incomodidad hacia el orden establecido y esa sensación de desazón causada por las propias inseguridades.
Mango para Armar nace de las ganas de cinco amigos en formar una banda y salir a tocar a mediados del 2014. Con muchos ensayos concretados, algunos cambios internos, canciones propias y covers dentro del repertorio, el proyecto está listo para demostrar de qué está hecho debutando a finales del 2015 en CABA.
Entre el 2016 y 2017 continúa brindando conciertos, a la par de que graba por primera dos canciones en un estudio y las sube al canal de YouTube.
A comienzos del 2018 sufre nuevas modificaciones y hace un parate estratégico con el fin de reflexionar sobre de su futuro. De esta manera, Tomás Egüez pasa al frente de la voz, sin dejar la batería, y Lucas Valencia se mantiene en guitarra y teclado; Ambos convocan a Matías Egüez como segunda guitarra y a Nano Pérez desde el bajo.
El 2021 los encuentra motivados para materializar su primer EP, que ya puede ser degustado en todas las plataformas digitales.
¿En qué momento nacieron las canciones que lo integran y cuál fue la musa inspiradora?
Estas cinco canciones nacieron durante la primera etapa de la banda (2014-2017). En 2018 hubo cambio de formación y un largo proceso de desarmados y recortes en las canciones para hacerlas sonar de la mejor manera. También las adaptamos a los nuevos gustos del proyecto. No sabríamos decirte si hubo una “musa” inspiradora en concreto, sí tuvimos las ganas de hacer música, salir a tocar y que a la gente le guste lo que hacemos. Y en cuanto al sonido nos inspiramos en bandas como: Tame Impala, Los Beatles, Muse, The Police, Charly García, Soda Stereo, Foo fighters y Arctic Monkeys, entre otras.
¿Dónde, cuándo y con quiénes lo grabaron?
Las grabamos en la casa de Tomás, el cantante. Fue entre abril y septiembre del 2021, en plena segunda ola de la pandemia. Las pistas las hicimos nosotros y contamos con el apoyo de Tomás Sáez (Anecoicos) que ejecutó la mezcla final y también ayudó con algunos arreglos de voces.
¿Qué buscaron transmitir?
En el caso de este EP, no creemos transmitir sólo un sentimiento homogéneo. Ya sea desde la lírica, hasta los arreglos o la estructura misma de una canción; siendo algunas un poco más convencionales y otras un poco más complejas. Escuchándolas terminadas, como en el caso de Sabat o Terminal, hay una cierta incomodidad al orden establecido. En un tema como Creo se quiere transmitir una sensación de desazón por las propias inseguridades.
¿Tres palabras que representen este primer EP?
“El primer amor”. En ocasiones, se puede generar cierta obsesión o nostalgia recordando los momentos pasados y las sensaciones vividas con ese primer amor; pero sólo son recuerdos que traen aprendizaje. Todas estas canciones del EP ya tienen varios años y, aunque hayan sido grabadas el año pasado, fueron las primeras con la formación inicial. Son las que definen el sonido que ahora estamos intentando desarrollar.
¿Cuáles fueron las mejoras técnicas/arreglos que les gustaría destacar?
Nos gustaría destacar el método de grabación, ya que al haber sido en la casa de uno de los integrantes de la banda nos dio mucho tiempo para relajarnos, escuchar las canciones cuantas veces queríamos y ver cómo iban quedando sin límite de tiempo. Cosa que no hubiera pasado si grabábamos en un estudio de grabación. En cuanto a arreglos quizás destacaríamos los arreglos de cuerdas y de coros de Mundo interior, los arreglos de guitarra de Sabat y de cómo se complementan las dos guitarras, el arreglo del final de Terminal con el solo de guitarra y como se introduce a esa parte final. Creemos que esos son algunos de los mejores.
¿Cómo describirían la propuesta en vivo?
Con mucha energía, buena onda y un poco de humor. Nos encanta pasarla bien en el escenario y reírnos entre nosotros; la gente lo nota y le gusta.
¿Qué expectativas tienen para con la gente que reciba este material?
Principalmente que les guste y que lo compartan, no podemos pedir nada más. Un material puede ser bueno o malo, pero si no le gusta a la gente no tiene sentido. Está bien que todo músico compone la música que le gusta, pero creemos que la aprobación del público es vital para seguir inspirados y ser mejores.