Abonizio, Fandermole y Goldín retomaron el histórico grupo para recrear un cancionero que nutre a la denominada Trova Rosarina, movimiento musical que este año festeja los 25 años de presencia en la escena argentina.
Las cantautores Adrián Abonizio, Jorge Fandermole y Rubén Goldín retomaron el grupo Rosarinos, para recrear un cancionero que nutre a la denominada Trova Rosarina que este año festeja los 25 años de su aparición.
En 1997 el grupo registró su único álbum cuando también lo integraba el fallecido Lalo de los Santos.
«Estamos en una etapa de reconciliación con la música que hacíamos y también con nosotros mismos», resumió Abonizio en diálogo telefónico con Télam.
El autor, cantante, guitarrista, escritor y poeta contó que la posibilidad del regreso se produjo en Cuba donde éstos y otros artistas argentinos tuvieron protagónica participación en la Feria del Libro.
De acuerdo al testimonio del creador de gemas como «Mirta, de regreso», «Corazón de barco» y «El témpano», «al encontrarnos en Cuba nos dimos cuenta del poder y del valor agregado que tiene tocar juntos».
«En vez de encontrarnos en un café de Rosario -comentó Abonizio- nos encontramos los tres en una playa del Caribe haciendo castillitos de arena».
Para el retorno del ahora terceto, los viejos compañeros debieron deponer algunas diferencias, a partir de comprender que «un amigo es un adversario circunstancial y no se puede hilar tan fino en la relación que uno entabla con ellos», según describió.
Con la misma dosis de ironía, el artista que nutrió buena parte del cancionero de Juan Carlos Baglietto señaló de cara a la reunión con sus coterráneos que «calculo que nos llamaremos Rosarinos para no desperdiciar la originalidad del nombre».
La formación regresó el sábado 10 para un homenaje al mítico grupo rosarino Pablo el Enterrador (que fue fundado por Lalo y del que tomó parte Rubén), pero su formal vuelta a escena se dará el miércoles 23 con un concierto gratuito en la Plaza Cívica en que se repudiará el 31er. aniversario del golpe de Estado.
«Después de ese par de presentaciones -adelantó- nos meteremos a grabar y allí montaremos un repertorio con 80 por ciento de cosas nuevas».
Sin tratarse exactamente de novedades pero con el peso de lo inédito, Adrián contó que «por ahí vamos a agarrar algunas canciones de cuando teníamos 20 años como ’Dibujos animados’ que es un hermoso tema de Rubén que nunca se grabó».
Rosarinos corporizará su reaparición en tiempos donde el movimiento denominado Trova Rosarina cumple 25 años de presencia en la escena musical argentina.
Abonizio reflexionó que «los 25 años de la Trova va a generar como un carnaval con resurrecciones y cenizas. En lo personal espero que dé lugar a algo distinto».
Como para empezar a generar novedades concretas, anunció que varios de los integrantes de aquel elenco artístico «estamos haciendo un merchadising alusivo a la Trova cuyas ganancias vamos a donar a Madres de Plaza de Mayo de Rosario».
El hacedor de las placas «Adrián Abonizio» (1984), «Los años felices» (1990), «Todo es humo» (2000), «15 bonitas melodías» (2002) y «Extraño conocido» (2006), también mostró como flamante apuesta «el poner como cátedra obligatoria en las escuelas de música la materia ’hacer canciones’».
«Enseñar a hacer canciones -consignó- es dar un método para que uno nunca deje de hacerlas».
Consultado acerca de qué cosas pueden enseñarse en el dictado de esa materia, dijo que «la clave es tener hambre de gloria, ser muy ambicioso, robar y no achicarse con lo mucho y bueno que han hecho otros».
El inspirado fabricante de canciones consideró que después de seguir esos pasos «se puede alcanzar el orgullo y la emoción que alguien muy famoso o muy desconocido cante un tema de uno».