Dueña de una voz dulce y encantadora y de un don especial con el piano, la cantante cordobesa Candelaria Zamar traslada su talento musical a su primer disco, «Un vaso de agua».
Confiesa que aprendió a tocar el piano como un juego cuando era bastante chica, y con el tiempo sumó algunos acordes y melodías a su aprendizaje. A los 13 años, la incursión pasó a ser un asunto serio y comenzó a estudiar piano clásico, jazz y músicas populares en la escuela de músicos La Colmena. Luego, impulsada por la curiosidad, migró hacia la Universidad Nacional de Córdoba para cursar algunas materias de la Licenciatura en Composición.
«En los últimos años de la secundaria me di cuenta que siempre había estado haciendo música de una u otra manera –cuenta Candelaria-. Así que cuando terminé la escuela me pareció que podría estudiar algo relacionado a eso. No sabía bien de qué se trataba ‘Composición’ pero me anoté igual, y ahora me alegro de haberlo hecho porque me abrió un mundo que no conocía».
Ese mundo desconocido terminó transformándose en «Un vaso de agua» (editado por el sello Discos del Bosque), el álbum debut de esta joven cantante, en donde se vierte una fusión de canciones armoniosas, jazz, pop, poesía y mucha paz. Un mundo de paz.
¿En qué momentos de tu vida te sentís más creativa para escribir?
Los momentos que más me gustan para componer y escribir son los de introspección, cuando hay tiempo y lugar para probar y desarrollar ideas, y si es en un lugar silencioso, mejor. Lo que me inspira puede estar en cualquier lado: en distintas sensaciones o en algo que me pasó, o algo que leí o vi y me genera ganas o necesidad de expresar mi versión sobre eso.
¿De qué trata «Un vaso de agua»?
Estas canciones fueron compuestas en distintos momentos, pero me daba la sensación que estaban relacionadas entre sí, quizás por el tono introspectivo que tienen, y por la temática de varias de las letras. Entonces, decidí plasmarlas en un disco, sobre todo porque sentía la necesidad de oírlas de una manera más concreta. Más allá de esta necesidad mía de concretar y de investigar en lo sonoro, me gusta que cada quien haga su propia interpretación.
Tocaste en Madrid. ¿Cómo fue esa experiencia?
En 2012 estuve en Francia participando en un encuentro de composición de música contemporánea al que me habían invitado. Después pasé por Madrid a visitar a un amigo, Lisandro Mansilla, que vive allá y es músico, y él organizó una fecha para que tocara mis canciones junto con él y los Toch, que son una banda cordobesa que vivía en ese momento ahí y me hicieron de backing band. Fue muy lindo, yo recién estaba empezando a mostrar mis canciones en vivo, y poder hacerlo en otro país, y encima acompañada por ellos, estuvo bueno.
¿Qué objetivos tenés para tu carrera musical?
Quiero seguir componiendo y tocando. Me encantaría grabar más discos y seguir experimentando con nuevos formatos, también para el show en vivo.
¿Cómo imaginás que se va a dar el camino para que tu música se escuche más allá de Córdoba?
La verdad es que me cuesta responder porque voy de a poco, pero supongo que lo mejor es tratar de ir a tocar a distintos lugares, así que eso también es parte de mis proyectos a futuro. Internet es una gran ayuda también a la hora de difundir.