Hay que decirlo: «Siempre es hoy» no es uno de los puntos más altos de la carrera solista de Gustavo Cerati; se queda a mitad de camino entre el rock y la electrónica, es algo largo, y los devaneos pos divorcio del artista, al promediar la placa, aburren un poco. ¿Cómo redimirse de ese pa so en falso? La respuesta: un doble CD con versiones electrónicas de las canciones de ese álbum.
Al escucharlo se tropieza con un problema: si bien se toman once de las dieciscéis canciones del original, hay temas que se repiten dos y hasta tres veces, por distintos remixers. Es inevitable no caer en comparaciones, aun entre lecturas en sí mismas interesantes de un mismo tema. Dos ejemplos: la excelente interpretación de «Tu cicatriz en mí», de Leo García, empalidece ante la rockerísima toma de ese tema por Zucker y Cerati, incluida una cita a «Wave ol Mutilation», de Pixies; lo mismo ocurre con la muy buena versión de «Sulky» por Emisor, si se la mide con el genial electro malambo concebido por Bostich, del colectivo dance Nortec. Hay momentos muy contundentes: «Altar», en plan jungle, de la mano de Bad Boy Orange y 160 RMX, y «Camuflaje», por Senking. Pero el resultado final hu biera sido el mejor si la placa hubiera tenido una edición más rigurosa.