La capacidad de Los Pericos para adaptarse a los tiempos es una de sus mejores virtudes. Supieron pasar oportunamente de la pachanga-reggae de sus inicios a los ritmos caribeños de discoteca latina. Y ahora, con naturalidad y sin vergiienzas, se las arreglaron para grabar tres temas instrumentales y estar de nuevo a la moda: jazz de salón (“Rata China”), lounge de cruceros y martinis (“Monaco G. P.”) y aires surfer (“Ska Tijuana”, que va en busca de un lugar en la próxima película de Tarantino).
Los Pericos abordan nuevos géneros, pero no dejan de lado aquello que ya es un clásico para el grupo: la mezcla bailable y sensual de reggae, ska, rumba y mambo; la banda de sonido ideal para pasar el verano. Hay, además, una novedad interesante: Fernando Bahiano Hortal ha abandonado, casi por completo, su manía de imitar a El General, ese rapper centroamericano que entonaba aquello de “Tú eres mi mamita rica y apretadita”. El Bahiano decidió cantar, y eso es muy saludable. Tal vez no tenga: una gran voz pero, definitivamente, su nuevo desempeño rinde y obtiene buenos resultados para su banda.
No faltan las metáforas que remiten a la “yerba buena”. Tampoco se hacen desear esas canciones que -oportunamente difundidas por las FM- nos ayudarán a creer, una vez más, que nuestra modesta costa bonaerense se parece en algo a las playas del Caribe (“Don Juan”, “La hiena”, “El mejor lugar”, “Keep On Movin””, de Bob Marley).
Y Mystic Love reserva algunas sorpresas: Juanse cantando un reggae con slide (“Mi flor”); el cafre Guillermo Bonetto haciendo coros en el corte de difusión (“Sin cadenas”) y dos buenos covers: “Monkey Man”, de Toots and the Maytals —tema de notable parecido con el primer hit perico, “El ritual de la banana”- y “Los libros de la buena memoria”, de Luis Alberto Spinetta, en una versión que, superada la primera impresión -fuerte—, resulta respetuosa y hasta innovadora.
De todos los grupos argentinos, Los Pericos es uno de los que mejor suena, tanto en vivo como en los discos. Mystic Love tiene un sonido bien definido, prolijo y poderoso, competente en el plano internacional. Esto no deja de ser una virtud de la banda, ya que son sus propios músicos los encargados de la producción artística.
Mystic Love es, eso sí, un poco largo. Dura casi 67 minutos y tiene 17 temas. Pero es una muy buena muestra de lo que es capaz de lograr un grupo hiperprofesional que no tiene más pretensiones que hacer buenos discos de reggae y afines, sin posturas religiosas ni políticas, sin intenciones revolucionarias y por el solo hecho de entretenernos y hacernos pasar un buen momento. Un objetivo que Los Pericos vuelven a cumplir con holgura.