La Trampa
Integrantes
Alejandro Spuntone: vozAlvaro Pintos: batería
Carlos Ráfols: bajo
Garo Arakelian: guitarra y coros
Biografía de La Trampa
La Trampa es una de las principales bandas del rock uruguayo desde fines de los años noventa.
Inicialmente, el grupo estaba integrado íntegramente por estudiantes de la Facultad de Arquitectura en Montevideo: Garo Arakelián (guitarra) y Sergio Schellemberg (teclados), Martín Rosas (voz), Nicolás Rodríguez (batería) y Gabriel Francia (bajo).
Debutaron en vivo en mayo del ’91, en el teatro El Tinglado junto a Cadáveres Ilustres. Ese mismo año registraron un demo de cuatro temas y Daniel “Chino” González se haría cargo de la batería. Alejandro Spuntone y Carlos Ráfols se incorporaron como vocalista y bajista, respectivamente, en el ’93.
El primer disco de la banda, “Toca y obliga”, llegó en 1995, a través del sello Orfeo. Para la grabación de “Calaveras” (1997), la segunda placa, ya contaban con Álvaro Pintos como baterista.
Con “Resurrección” dieron el salto internacional: el tercer disco fue grabado en los estudios Del Abasto al Pasto, en Buenos Aires.
“Caida libre”, editado en el 2002, es el primer trabajo sin otro miembro fundador: Sergio Schellemberg había dejado la agrupación un año antes. Los shows son cada vez más populares. Por esa razón, decidieron editar la primera placa en vivo, bajo el nombre de “Frente a frente”. Las tomas se realizaron en septiembre del 2003 en el teatro de Talleres Don Bosco, de Montevideo.
Paralelamente a alcanzar un Disco de Oro con su disco, el 2005 fue el año en el cual consolidaron su masivo nivel de aceptación, que tuvo su punto culminante en el Pilsen Rock realizado en la localidad de Durazno, cuando cerraron el festival junto a No te va gustar, ante 150.000 personas. Y pocas semanas después, la Fiesta de la X, realizada en el Parque Batlle, ante más de 100.000 personas,
“Laberinto” (2006), sexto trabajo discográfico, fue editado en Argentina por Barca Discos. Grabado en el departamento uruguayo de Canelones, fue mezclado y masterizado en estudios Panda de Buenos Aires, con la producción artística de Fernando Cabrera.
«Es un disco que no quiso cargar con la genética de los anteriores. No queríamos que fuera una continuación, aunque suene a nosotros por los recursos que manejamos. Intentamos no repetir modelos, buscar por otros lados en las letras y no recurrir siempre a los mismos gatillos. Es un disco que tiene menos energía puesta en la cáscara y busca otros planos», comentaba Garo.