La provincia vivió una noche inolvidable con la visita de Intoxicados, según nuestro cronista, como nunca antes había pasado.
Lo que pasó el 16 de abril quedará registrado como uno de los días mas importantes del rock puntano, porque lo que hizo Intoxicados no lo pudo hacer bandas del calibre de La Renga, Bersuit o Ataque 77. San Luis vivió un momento inolvidable al compás del mejor rock argento. La locura solo hace que comprendamos esto, porque de otra manera no se entiende tanto rock and roll en una sola noche. No se entiende que los siete primeros temas del recital que el viernes a la noche Intoxicados dio en el Polideportivo de la Universidad sean una enorme máquina de picar carne.
La noche comenzó con la banda puntana Por donde no pasa el tren, que digamos demostró que a éesta altura está en condiciones de ser actor secundario de las mejores bandas de Argentina, y sería bueno que tengan su oportunidad en alguno de los grandes festivales del país. Prolijos y aceptados por un público que esperaba impaciente el ingreso al polideportivo de la banda del Pity.
El gran momento llegaba, las banderas y bengalas estaban bien arriba, Merlo, Villa Mercedes y San Luis Capital, se podía leer en ellas. Cuando empezaron los acordes de Me gustas mucho, la fiesta sacra, el rock, comenzó.
El segundo término llegó para «Se fue al cielo». Luego pasó el coqueteo disco de «Lo artesanal» -de Viejas Locas, el grupo anterior de Pity- y la novísima «Está saliendo el sol». El pogo enloquecido se festejó con la tragicómica «Volver a casa» y siguió con la existencial declaración de principios que significa «Inteligencia Intrapersonal».
La primera parte terminó con una canción que -según reconoció el líder- hacía mucho tiempo no hacían. Y debe ser verdad porque la hermosa «Balada para otra mujer» sonó descompasada, demasiado suave y acartonada. Para coronar una noche formidable, el chico del rock argento, Felipe, punteó una versión distorsionada de la intro del Himno Nacional Argentino y encendió los pechos de celeste y blanco.
Después llegó el momento que todos esperaban cuando empezó a sonar el nuevo himno del hip hop que es «Una vela». A esa altura las velas prendidas en San Luis ya eran muchas y el humo dulce servía como condimento extra para que ese tema fuera una de los mejores de la noche y el momento más intenso. Después llegaron otros temas como «Homero», «Legalícenla» y otros, que volvieron muy loco a un público que se entrego a Intoxicados.
Hubo también lugar para los homenajes encubiertos algunos, como a Bob Marley, y más concreto como a Ramones con «Blitzrieg Bop», momento en el cual el pogo podría haber contagiado hasta las personas de las dos intendencias juntas.
El final llegó con «Quieren rock?». La respuesta es obvia: San Luis no solamente reclama rock, sino que si es intoxicado, mejor.