El grupo cerró un año de tremendo éxito. «¿Qué pido del arte? Pido que asombre, que perturbe, que seduzca, que convenza. La tarea del artista es incomodar a los seres humanos», diría un joven Lucian Freud.
Esto es lo que provoca Octafonic y su ejército de ocho seres humanos (los cuales aún no estamos seguros de que lo sean): Ezequiel Chino Piazza (batería), Cirilo Fernández (bajo), Hernán Rupolo (guitarra eléctrica), Esteban Sehinkman (piano Wurlitzer), Francisco Huici (saxo barítono), Leo Paganini (saxo tenor), Juan Manuel Alfaro (saxo alto) y Mariano Tano Bonadio (percusión electrónica y orgánica y coros).
Viernes 6 de noviembre, 22:00 hs. El show comenzó con un teclado a modo de órgano, una misa para las entrañas. El cura: Nicolás Sorin (ex-alumno del prestigioso Berklee College of Music y colaborador de artistas como Alejandro Sanz y Miguel Bosé) fue el encargado de darle vida a los primeros acordes de “Mistifying”.
A continuación, el beat de “Plastic” comenzó a sonar. Luego llegaría el turno de que un corazón gigante se apoderara de la pantalla del escenario: sonó “Love”, seguida de un escandaloso solo de tres saxos al mando de Francisco Huici (saxo Barítono), Leo Paganini (saxo tenor), Juan Manuel Alfaro (saxo alto). A continuación, “I´m Sorry” y “Adíos”.
“Pensar que hace un año estábamos tomando whisky en Boris y ahora estamos en Niceto tomando cerveza. Nos estamos limpiando. Muchas gracias a todos por ésto”, relató Nicolás Sorín.
Sonó “Monster” (primer corte de su último disco), el solo de Ezequiel “Chino” Piazza (batería) terminó de destripar a toda persona presente en Niceto; llegaría “Wheels Come Rolling”, a continuación; el turno de la presentación de los miembros y “Over” para dar lugar al intervalo.
A pedido del público de Niceto, los integrantes de Octafonic regresaron al escenario; “¿Vamos a bailar un rato, dale?” -sugirió Nicolás- para dar comienzo a un medley que abarcó tanto género como entrara en la cabeza de aquel hombre: jazz, disco y rock, encarnados por “Whisky Eyes” y “Waving Batons”.
Luego de que sonara “What?”, los chicos saludaron al público, conmovidos, agradeciendo la convocatoria y tirando confeti de colores por el aire. Un show rabioso, cargado de energía y de temas que no son de este planeta, sin dudas una gran noche de rock a cargo de hombres del jazz para Niceto y todos los presentes.
Fotos de Mica Villalobos.