La banda El Congo llenó la sala Zitarrosa de Montevideo en una fiesta a puro reggae.
Bien pudo haber coincidido con la fecha de muerte de Marley por esas casualidades que tiene la vida, o pudo haber sido premeditado, pero lo cierto es que el espíritu de Bob sobrevoló la avenida 18 de Julio para disfrutar de una buena fiesta reggae en la sala Zitarrosa.
El Congo (ex Congo Bongo) se presentó en un ritual rasta, con una colmada sala Zitarrosa que auspicia de trampolín para muchas de las nuevas bandas.
El congo como banda no es tan nueva, ya que data dese 1989 como integración y sin dudas es la pionera en materia de reggae en el Uruguay y tal vez (o sin tal vez) significa la actuación de hoy la definitiva consolidación en Uruguay como banda grande que ya es.
Acaban de editar su disco «Verde verdad» que con gira hoy por todas las radios locales y se vende en gran cantidad y el cual en la noche del pasado Miércoles 11 de Mayo presentaron, repitiendo el show realizado el pasado 4 de Mayo y bajo el respaldo de la compania discográfica del momento (Bizarro records) quien tiene en su catálogo las mejores bandas nacionales que son éxito asegurado.
Con un sonido clásico basado en el mas puro reggae, El Congo llevó su alegria siempre contagiosa de la mano de su vocalista Alvaro Albino quien es además un gran «showman» sobre el escenario, carismatico, y sobre todas las cosas un cantante que no tiene desperdicio por la claridad de su voz y sus tonos altos demostrados en uno de los clásicos temas de la banda «Amigo mio».
Tambien se resaltó la actuación del guitarristas Gustavo Ogara quien esconde sus habilidades y virtudes bajo la fachada del reggae, pero a la hora de mostrar sus magnificos «solos» cargados de pasión y elocuencia, carga la alegría jamaiquina con desgarrados punteos que hacen sobresaltar la calidad de la banda sin dejar de lado -y como antes deciamos-, «el mas puro reggae» se anima a acercarse tambìen al rock.
Al poner un chico, repique y piano (los tres tambores básico que forman el sonido del candombe uruguayo), para hacer un show de percusión acompañando algunas canciones de su repertorio lograron unificar los sonidos como un nexo de unión de culturas, el candomde-reggae que llevó al público a bailar y no parar hasta el final, tanto que no faltaron rubias y morochas de no mas de 16 años haciendo el trencito típico de un cumpleaños de quince.
Ademàs, por fin, una banda que se anima a usar coristas mujeres que no desafinan, por fin una banda que no deja que los vientos sea el apoyo musical de sus canciones y que se permite dar el lujo de tener dos teclados sin que tampoco sobresalgan, no como una falta de mérito de los tecladistas, si no como una decidida forma que tienen de no desviarse en la idea musical básica que tienen.
Solo queda una cosa por decir: si el reggae es «El Congo» bienvenido sea entonces a todos aquellos que quieran tomarlo como ejemplo, porque la Zitarrosa no se llenó dos veces solo por la extensa trayectoria de la banda, si no porque todos aquellos que disfrutan de la cultura (muchas veces devaluada, criticada, y observada) «rasta» , hoy sintieron ese suavecito olor dulzón que deja la música hecha a la altura de las ocaciones, y como en ésta ocación Roberto Nesta Marley, sobrevolaba la Zitarrosa…los muchachos de El Congo le mostraron orgullosos su Verde Verdad reflejada en un buen espéctaculo de color, música y baile para el gran publico Jah quien cantó el feliz cumpleaños a Marley y al decir del cantante Albino «Marley no murió, si no que nace todos los dias».