Nonpalidece se presentó en el Club Paraguay de la ciudad de Córdoba. Durante casi dos horas la banda liderada por Néstor Ramljak brindó un show impecable, frente a más de 750 personas.
A las 21hs comenzaron a sonar los ritmos del reggae, la intro de trompetas, guitarras, bajo y saxo ya nos ponían en ambiente para lo que íbamos a vivir durante toda la velada. Recordemos que Nonpalidece se encuentra de gira presentando su último material discográfico «Nonpalidece», que justamente fue lanzado el 1 de octubre de 2021 del año pasado. Días previos al lanzamiento, la formación nos hizo un adelanto del álbum, en el show que dió el 16 de septiembre en Plaza de la Música.
Con una grilla donde no sólo estuvieron presentes canciones del último trabajo, sino que también se hizo un repaso por sus más de 25 años de trayectoria, pudimos escuchar y cantar Tu presencia, La sonrisa, Love song, Mi fortaleza, Reggae del universo y Dangerman del disco Hagan correr la voz. De Activistas sonaron los clásicos Feed me, En el aire y Nosotros andamos. También bailamos al ritmo de Nuestras ideas, Revolución, Espejo del disco Nuevo Dia.
Del último material la banda nos presentó siete canciones: Chance, Entre risas, Los caminos, La alegría manda, Slogan, Todo pasa y Dejando huella. Cerrando la velada con Para donde corres del álbum Nonpalidesenchufado, Fin de Siglo de Dread al control y el cierre explosivo de la mano de La flor del disco Nuevo día.
Durante toda la noche pudimos notar a un Ramjlak sumamente emocionado, lleno de agradecimiento y alegría por estar en la docta. Fue hablándonos entre canción y canción, agradeciéndonos a cada rato por estar y tirándonos frases como: “Nonpalidece sonando una vez más en la Docta, presentando disco nuevo, entendiendo que el reggae por el barrio hace bien y es necesario”, o “Algo que incomoda es que, ante la adversidad, nosotros como hermanos y hermanas hemos crecido como pueblo y hemos decidido juntarnos para encontrar soluciones. No es por sonar como una premisa, pero la verdad es que la participación y el amor es el camino. Entonces hoy en este concierto hermoso tocando música nueva y tocando los clásicos de siempre, estamos poniendo nuestro granito de arena… Sonreír hace bien, contagia, genera buena energía, no cuesta nada”.
El público siendo protagonista
Hubo dos momentos en que la audiencia se llevó los aplausos más grandes. El primero fue cuando un grupo de asistentes desplegaron una enorme bandera que cubría todo lo ancho del salón y fueron hacia adelante. Ante esa imagen Néstor emocionado dijo: “una de las mayores demostraciones de afecto que puede tener el público para con una banda es tomarse el tiempo de hacer una bandera, pintarla recortarla y coserla. Es hermoso”.
El segundo momento increíble se hizo presente cuando el frontman le acerca su micrófono a alguien que estaba en las primeras filas, los de atrás no podíamos ver de qué se trataba la cosa. Hasta que empezamos a escuchar un solo de trompeta, y Néstor le dice “nosotros ya tocamos juntos, vos sos un guaso lindo. Yo no sé si ustedes se dieron cuenta lo que acaba de pasar. El guaso viene y me muestra la trompeta…” le vuelve a acercar el micrófono y la gente empieza a acompañar con las palmas el solo increíble que hace el chico desde el público. “Grande hermano, te imaginas esto en un recital del Duki, no hay forma. Cultural, esto es cien por ciento cultural. Nonpalidece promueve hace 25 años una movida cultural, es involucrarnos, es hacerlo mejor, y poder disfrutar y estar presentes para poder hacer esto que acabamos de hacer”.
“Muchísimas gracias una vez más, Córdoba por hacerlo todo más fácil. Hermanas y hermanos por la paciencia, la presencia y los aplausos, la alegría y por compartirlo, por difundirlo”, fueron una de las frases finales del cantante. Para ya despedirse dando el reconocimiento al integrante más importante de toda banda: “Y el más importante es el que disfruta, el que aplaude, el integrante más importante que toda banda necesita, el que juzga, el que tracciona, el que se organiza, el que disfruta, el que aplaude y el que ríe… su público”. Y así cerraba mientras nos aplaudía a nosotros.
Realmente podemos decir que fue un show alegre, muy relajado, donde todos fueron a pasarla bien, a cantar y a bailar. El tiempo se nos pasó volando, tal es así que cuando ya estaba terminando el recital no podíamos creer que se habían pasado casi dos horas. Como dice Néstor, es que el reggae de barrio hace bien y se disfruta a lo grande.