El grupo platense culminó el 2015 con dos conciertos ante una sala repleta.
El antihéroe logró apoderarse del escenario. Su vil carcajada ocultó una estrategia artera: provocar a la audiencia. Caer en la treta resultó ineludible. La exasperación cegaba a la racionalidad.
«Por suerte soy un hombre y no como vos, eso te pone muy triste», reveló en tono desafiante. La elocuencia de sus palabras desató un pogo implacable. Unos minutos bastaron para generar una agitada revuelta.
Guasones implementó su infalible esquema de invasión en el Teatro Vorterix. Brindaron dos notables actuaciones centradas en su último álbum, «Locales calientes». De esa manera, finalizó una gira nacional comenzada en el icónico estadio Luna Park aquel lejano sábado 29 de agosto.
Dueños de una química mortal, impregnaron la sala con aromas venenosos. «Estupendo día», «Me muero», «Como un lobo» y «Farmacia» evitaron registrar el paso del tiempo. Las artimañas eran irresistibles.
Una excelente versión de «Shaila show» con impronta funky exhibió la ductilidad de los músicos para ejecutar una interesante variedad rítmica. Coti Sorokin, el prestigioso compositor rosarino, sumó su peculiar voz durante «Reyes de la noche».
Las canciones mid-tempo y el seductor blues arrebataron algunas lágrimas en las bellas féminas dispersadas entre el público. Disfrutaron de «Vos», «Desireé» y «Me estas tratando mal».
Por supuesto, hubo lugar para la faceta más hitera de la banda. Sonaron «Pasan las horas», «Tan distintos» y «Baila, baila». En el final, confeccionaron una tríada explosiva: «Gracias», «Dame» más «Amaneciendo».
El villano expuso su carácter. Alternó entre vanidad, elegancia e ingenio. Sus trucos combinaron pericia y eficacia. Garantizaron una victoria categórica. Los motivos para sonreír fueron suficientes.
Fotos: Mica Villalobos