Resulta curioso pensar que en un balneario de Pinamar, ubicado al lado de uno de los boliches más high society de la Argentina, alguna banda con influencias grunge se presente en la primer quincena de enero. Pero lo que no resulta tan curioso es que Don Adams haga su aparición en un escenario así.
Para entrar en clima en una noche bastante fría cercana al mar, llegó Red Pill una nueva banda con impronta norteamericana y cosmopolita. Uno debe ser capaz de cerrar los ojos, escuchar la increíble voz del cantante para poder transportarse a algún pub en Manhattan y sentir un Pearl Jam vs. Metallica Reloaded. Cuatro chicos con mucha presencia integran Red Pill: Tilo Dell ´Oro Maini (voz y guitarra), Tomás Fernández Pezzano (guitarra), Andrés Hughes (Bajo) y Agustín Crespo (Batería). Interpretan canciones de autoría propia de muy buen nivel musical aunque aún cuentan con las limitaciones obvias de los primeros shows en vivo, que los hizo variar entre el Forte y el Mezzo Forte.
Y show… es lo que le sobra a Don Adams. Que fue fugaz: subieron tocaron y se fueron. Se presentaron ante un público sumamente escaso, chicas que bailaban haciendo las veces de «Brooke Mc Queen» y algunos chicos que se sabían al pie de la letra el repertorio.
Lejos de lo que hubiese sido una misa ricotera, para ir a un recital de Don Adams hay que ser cool pero sobre todo tener glamour, porque Don Adams dista bastante de ser una proyección en blanco y negro. No tiene nada retro, sino que más bien se sintoniza en technicolor. Con una clara influencia de New York Dolls y The Clash, la banda liderada por Frankie Langdon (voz) aporta excesiva adrenalina en vivo. En lo que respecta al público, dejó de lado el frío terminando todos en manga corta para cuando sonaba «Sos mi remera», tema que transmite contagiosas ganas de sacudirse. Mucha efervescencia al momento de «Nada que perder». Mientras que algunos vitoreaban los coros al unísono se abrió paso a «Italpark», un himno a los años 80s que evidentemente marcaron la infancia de los protagonistas, hace alusión al Superagente 86, personaje que interpretaba el actor Don Adams, mejor conocido como Maxwell Smart. También tuvo lugar «Siempre fuimos tres» entre otros, con una temática en la que más de uno se siente identificado.
Cabe destacar la prolijidad que se mantuvo a lo largo de toda la performance, no hubo altibajos ni deficiencias en la voz del cantante, quien no paró un segundo de moverse con gracia y estilo.
En el mes de noviembre de 2006 la banda comenzó a grabar su segundo disco. Con la producción artística de Juan Absatz (a cargo también del primer disco), la próxima docena musical dará a luz a principios de 2007.