El cuarteto estrenó los temas de «Contraviento», su nuevo disco de estudio.
Una brisa tenue invadió la sala. Súbitamente, mutó en un viento impetuoso. Los zumbidos alertaron a las personas dispersas por el lugar. Decidieron agruparse para afrontar con vigor el vendaval que los amenazaba.
El escenario resistió estoico un huracán de potentes melodías. Bigger musicalizó un debut arrasador en La Trastienda Club con las canciones de su tercer LP. «Vuelo en la imaginación», «Hasta que te apartes» y «Tan lejanos» desataron el torbellino.
La banda respetó la distribución de los temas en el álbum durante el show. En riguroso orden, sonaron «De sol a Sol», «Contraviento» y «Mi devolución», con Luciano Farelli de Parteplaneta como invitado.
Oliver Knox, Luciano Villacé, Manuel Fernández y Pablo Inda actuaron como distintas celdas de aire. Colisionaron entre sí para desencadenar una estrepitosa turbulencia que combinó precisión, sutileza, ingenio más un ápice de opacidad.
El ambiente estaba viciado. Hubo «Fuegos cruzados» que favorecieron el «Big bang». Las apasionadas ovaciones intentaban sosegar la tempestad. Sin embargo, bramaba enardecida. «Preso», «El juego» y «Agónico» completaron el primer ataque del tifón.
La presencia de «El ser extraño» atemorizaba. Tras «Amanecer», llegaron Gabriel Pedernera -baterista de Eruca Sativa- y Nicolás Alfieri -vocalista de Todo Aparenta Normal-. Sumaron coros y violas acústicas en «Despierta la flor».
Una excelente versión de «Preguntan de dónde soy», perteneciente al cantautor Atahualpa Yupanqui, inauguró el pasaje más reflexivo del concierto. La introspección continuó a través de «¿Por qué se pierde el hombre?» y «El reto de existir».
«Humano», «Del más allá» y «Voz de nada» fueron los vestigios de una implacable tromba sonora. «Es una noche que no olvidaremos por mucho tiempo», confesó Villace con una certeza: el vendaval azotará nuevamente.