La figura de León Gieco ha ido creciendo lentamente y sin exhibicionismo, hasta convertirse en uno.de los músicos más queridos del país entero. León siempre respetó a su público y puso una enorme dosis de ternura en todo lo que hizo. Y por eso es el único artista nacional que puede tener en vilo a un Luna Park lleno con la sola ayuda de su guitarra, sin esfuerzo, a pura emoción. Ega cualidad también está presente en sus discos.
«El Fantasma de Canterville», su último LP, ha tenido que pasar por una serie de demoras increíbles para llegar a la calle. Fue grabado en junio del año pasados y sale ahora, más de catorce meses después, Sufriendo cambios de letras, supresión de temas, rechazo del arte de tapa y todas las trabas que uno pueda imaginar, sale a la venta como una sombra del disco original.
Los chacareros de dragones abre el disco con el charango tapando las palabras pero salvando toda la fuerza del tema. En la segunda banda León es acompañado por Oscar Moro en bateria, Alfredo Toth cn bajo, Rodolfo Gorosito en guitarra eléctrica, Charly García en teklados y Nito Mestre en voz. Esa formación lo secunda en otros tres temas del álbum, incluyendo el conocido ‘ “Fantasma de Canterville”. El grupo suena bien, aunque la voz de León rinde más cuando está sola o acompañada por la flauta y la voz de Nito, como en la “Cintura de los Pájaros”,
El cuarto surco del lado 1 (Benjamín el pastor) parece formar parte del segundo Lp de Gieco, porque el clima que tiene y los músicos que lo acompañan son los mismos: Gorosito, Buzzo en batería y Batán en bajo, Pero ensambla perfectamente y abre las puertas a uno de los temas más hermosos: Adiós hombre viejo, con un excelente trabajo de voces y Charly García tejiendo un fondo de piano acústico sin desperdicio.
Para cerrar el lado aparece Todos los caballos blancos, en su tercera versión, esta vez en vivo y grabado en un primitivo cassette monoaural. Es evidente que fue puesto allí como remiendo de último momento ante la imposibilidad de algún otro tema ya grabado, pero sirve para confirmar, más allá de los déficits de la grabación, la enorme polenta de León sobre un escenario.
El lado 2 contiene cuatro temas acústicos, entre los que se destacan Desde tu corazón con Nito Mestre y Alfredo Toth uniendo sus voces a la de León, apoyados por la percusión del Negro Valencia, y Canción del Silencio, donde Gieco dibuja un tierno mundo infantil con una calidez incomparable en la voz.
Los otros dos temas del lado son eléctricos. Señora de los Llanos, muy bien tocado por toda la banda y cantando de una manera sobresaliente por León, y finalmente El Fantasma de Canterville, el campeón de las nuevas generaciones, el fantasmita que viene asustando a mucha gente desde el día en que Charly lo compuso. Muy bien los teclados, levemente funky, y la guitarra de Gorosito. Muy bien las voces y el pausado crescendo desde el foik hasta el tiempo de rock que termina el tema.
Tapa: Yo me pregunto si las fotos está fuera de foco a propósito, o es que se borronearon con el manoseo de un año de espera. Bien las informaciones.
Resumen: Este Fantasma de Canterville tardó mucho en salir de su tumba, y salió un poco acribillado en esta ciudad, pero igual hay que tenerlo en casa, porque León Gieco sigue siendo capaz de pasar a través de la gente para tocarnos el corazón.
Pipo Lernoud