Hablan más que mis palabras
la condición de mi mirada,
y a mis espaldas cargaré
la conciencia indiferente
de este dolor
que se exparce en vos.
Como un terso autómata
que se aproximará,
y nada puede ya
interponerse aquí.
El deseo se partió,
temprano escondió
la salida
y va lento,
costeando
lo trazado del camino,
y ya no veo más
qué me rodea,
sólo queda confiar en mí.
Como un terso autómata
que se aproximará,
y nada puede ya
interponerse aquí,
aquí, aquí.