He llegado al suelo hoy por fin,
vengo cayendo desde un tiempo atrás.
He visto a Dios regando el jardín,
me dijo «pronto aterrizarás».
«Cuidá tu quinta y lo que sembrás,
mantén al otro lejos de tus flores.
Riega tu árbol o lo pagarás,
por donde mires verás leñadores».
Bienvenido al último escalón,
de la dignidad humana.
¡No hay mañana!