Un grito de rocanrol para mis antecesores,
y compartir la emoción de andar en la misma mesa.
Cantarle a los mismos olores con idéntica pasión,
machaqueando mismas cuerdas por distinto tropezón.
La fibra sigue latiendo por un mismo sacudón,
no me hablen de la suerte, no creo en eso, señor.
Se hace carne en las banderas, si en alguien cicatrizó.
La industria planta banderas que no entienden de pasión.
Dioses de la canción, ladrones de mi cerebro.
Y así yo creo en tu voz, y creo en mí si te veo.
Si la nave del olvido me viniera a buscar,
por el mismo camino le diría que he de andar.
Sos mi genio amor, mi suerte, mi locura y mi paz.
Tesoro de un inocente, hablando de la libertad.
Quizás sea un hombre bueno, que viejo ya se volvió,
sabiendo que el que abandona, premio nunca recibió.
Dioses de la canción, no me desamparen.
Si no existen yo no soy, no me desamparen.
Santos de mi devoción, no me desamparen.
en sus huellas mi motor, no me desamparen.
Dioses de la canción, no me desamparen.
Si no existen yo no soy, no me desamparen.
Santos de mi devoción, no me desamparen.
En sus huellas mi motor, no me desamparen.