Y se mancó, poker de tres.
Apostó todo a doble o nada otra vez.
No estaba mal, no estaba bien.
Gargante seca y ese gusto a perder.
Patinaba con la pierna rota
y tenia sueños de porno-star,
guardaba cada noche en la almohada su dolor.
El tiempo nunca paga con tiempo, dijo
las horas nunca vuelven atrás,
maldijo cada puto recuerdo de su amor.
Y dejo que se cure,
que reviente y cure
que hierva y se esfume,
que se cure.
Y desertó de la ciudad,
le latían fuerte la ganas de escapar.
No lo pensó queria saltar para volar.
Y repitió de memoria un verso
que hablaba de quemar la ilusión,
tenia algunas cuentas pendientes con su yo.
Con muchas migas de azúcar verde
al fin su estomago festejaba el plan,
cerró el paraguas antivolcanes, descansó.
Y al final dejo que.
Dejó que se cure,
que reviente y cure
que hierva y se esfume,
que se cure.