En algún lugar de esta ciudad dando vueltas en la oscuridad, sin ver ni oir ya nada más.
Ella baila triste con sus pies de sal, y su cuerpo se hunde en un oscuro amor.
donde los locos giran, bajo un blanco sol.
Con los ojos secos y la misma piel y el dolor golpeando la pared,
hasta despertar mañana otra vez.
Y caminar las calles con la misma piel donde el cielo se hunde
y el final se extiende, bajo un blanco sol.