Escapando de mis sombras pretendo ir remando en contra,
De una corriente que me mata.
Es un río subterráneo que me ahoga de hace años,
Brota desde un antro de mi alma.
Llevo a este dolor como un estigma,
Como el tajo de una herida que nunca cicatriza.
Es como un infierno privado donde arden los llamados
de mi corazón que estalla.
Soy un espíritu errante de esos que llegan y parten,
y nunca permanecen.
Soy para mi mismo un acertijo,
el embrujo de un hechizo tropezando entre la gente.
La Soledad es mi única amante, el amor una luz distante
sonriendo en la boca de una mujer imposible.
Solo la calle me abre sus piernas en la ciudad de Buenos Aires
esta ramera decadente
A veces creo que no hay remedio para tanto desconsuelo
coqueteando con la muerte
Pero se que hay esperanza y no se trata de confianza
sino de controlar la mente
Hay veces que em siento malherido
Tristezas descienden sobre mi,
mi ángel ha caído
Hay veces que me siento malherido,
la lucha entre el bien y el mal,
de nuevo me ha dividido.
Me gusta cantar lo que se siente,
me gusta ser un sobreviviente
en un mundo habitado por fantasmas.
Me gusta agotar los placeres.
Me gusta el vino y las mujeres.
Me gusta acostarme con el alba.
Y si por eso el destino me acorrala
cortándome las alas en un callejón sin salida
preparare el precio que sea
arrojare mi suerte a la marea,
y, mujer, te esperare en la avenida
Aceptaré mi suerte con honor,
cuando quiero no me falta el valor
para hacerme cargo de mi mismo.
Sólo es que a veces me siento un extraño,
un peregrino caminando entre gente que no se me parece, no!
Hay veces que, me siento malherido,
tristezas descienden sobre mi,
Mi ángel ha caído!
Hay veces que, me siento malherido,
la lucha entre el bien y el mal,
de nuevo me ha dividido.
Hay veces que, me rio de mi mismo.
Se bien que la alegria y el dolor
son diferentes voces de un mismo grito.