Estas despedidas de improvisto
te golpean, son las que lastiman
arrebatan tiempos de momento
la botella sola está vacía
No es un sólo día
es cada día que tu pieza rígida y fría
me diga con la cama destendida
que no hay suplencia, de tu compañía
Te abrazó un girasol
a tu cuerpo se aferró
ni siquiera te alertó
De repente marchitó
casi sin palabras diarias
sólo con charlas extrañas
hoy me quedan lágrimas de sal
Te llevaste lo que nos dejaste
una vida, para extrañarte
hay ausencia en mí presencia
y cuestiones, sin respuestas
Me consuela la alegría
que nos dan las bienvenidas
se irá el río de las piedras, aunque sé
sé que no se olvidan
En una tarde lluviosa
descansarán tus mañanas
yo me abrazo a un sentimiento
que me cuenta tus secretos
Me desvelo, pienso y sueño
con el poder de retroceder el tiempo
oh, oh, oh, oh
hoy me quedan lágrimas de sal.