Ni la brisa
de la estación
ni la estática
cuentan por qué
Ay, la ciudad
ay, los astros…
Quiero preguntar
a esa divinidad ¿por qué?
La felicidad de mis pasos temo exagerar,
no lo veo, solo veo
un cuarto de helados verdes
cien pesos en cada
bolsillo
vos y yo
besos.