A ella le gusta imaginarse
niña fatal, inalcanzable
sus ojos son destellos en la noche
transmiten bien su enérgico deseo.
Su boca tiembla y se desviste
bajo las luces de neon
solo le ofrece un buen dinero
|y un escenario de cartón.
Hasta que todo se derrumbe.
Ella es la reina, la dueña del ruedo
sabe muy bien, que solo es un juego.
Su piel será, trofeo de una noche
su voz será, un canto enorme y solo.
Solitarios aún la esperan
recordándola al llegar
que solo ella puede darles
la magia de un beso fugaz.
Hasta que todo se derrumbe.