Se me acerca, sin cautela
a sobarme la garganta…
Ahora afuera es distinto,
soy el diablo con manija…
Si vos sabés quien gana
¿Por qué insistís?
La risa no hace falta,
¿no es que era un estadador?
Me acaricia, con mostaza
y lo exhibe en la letrina…
Tu caramelo no me gusta.
Estás sonado, soy el diablo…