Confiable se presentó,
recuerdo aquel momento como si fuera hoy.
El dijo que iba aportar
su agenda y su experiencia
para poder ganar.
Batió el penoso bufón:
«con Mario y Epifanio como chancho yo estoy».
Bastó nada más que un show
para que se haga humo con la recaudación.
El vento metelo en tu culo
si es lo que va y viene, asqueroso ratón.
Qué poco vale tu honor,
tu hombría y tu palabra, sos un simple ladrón.
Una emisora pegó
y en un negocio turbio alguien se la quemó.
Chiqueros hizo y rajó
a su natal Casilda donde se refugió.
Era un farsante impostor,
él se mostraba bueno pero era un cagador.
Al poco tiempo mostró
la hilacha y un cuchillo por la espalda nos dio.
Fatal fue aquella pantomima
de la luca y media que se le perdió.
El municipio garpó
con unos tres mil pesos y él desapareció.
Chupamelá