Diosa del fuego enciéndete
con el sol que cae muerto a tus pies
y quema el dolor, quema el dolor de mi alma.
Baila mi desvelo hasta el amanecer,
baila hasta hacer el cielo enrojecer
y déjalo, deja que el cielo arda.
Que el viento aúlle su letanía,
su aliento la llama elevará,
y con el sol quemaremos las alas
y llegaremos mi alma
allá donde no llegan las águilas.
Lengua de fuego bésame
que tu rayo de amor atraviese
mi corazón y queme las heridas.
Y con la luna llena bajo tus pies
y estrellas en tu pelo,
sos la razón que la noche sea día.
El mar me trajo este dual destino,
un conjuro mas humano que divino,
de sol a sol entre la demencia y la gloria,
y al dominar mi mente
me convertí en un heroico sobreviviente,
viviente.