Vestidos de estrellas blancas sobre las alas del mar
ya por sus frentes caía la misma señal
desconcertante momento de fresca respiración
y en la inmensidad sin dioses su pezón se abrió
y el odio que caía de la cabeza de él
alguien que vió de repente su misma estupidez
y sin besarlo en los labios le confesó aquel rumor
-eran manos de una diosa las que el mordió-
y ella pensaba en buscarlo esa noche sin luna y sin ver nada más
y el calor que traía a sus pies era un manto de la oscuridad
sombras que el universo te da para extender su mirada esta noche
baba que hierve en la punta de un jet
y en mi cuaderno quedó escrita esta canción
que se perdió con vos
a quien vi correr después?
alguien que subió…
se perdió por la escalera
entre gotas de sudor.