Hoy quise ver quien soy
y ni el diablo me abrió sus puertas.
Hoy cubrí mi corazón con su licor
(y su tristeza).
Otra botella vacía en mi haber,
sigo buscando una respuesta,
bailando a las sombras del sol,
mojándome en la tormenta.
Salí a buscar la libertad,
quise llegar a la verdad de mi interior,
liberar el corazón…
El viento contra mi cuerpo y yo
sigo bailando en la tormenta,
ya no espero ni al diablo ni a Dios,
ya no me sirven (sus respuestas).
Ella acompañó mi desvelo,
iluminando entre la niebla,
Diosa de la noche y el cielo
pero esclava de su belleza.
Su rostro se acercó hasta mí
y su sonrisa me hizo descubrir
que hoy puedo sonreir.