El co-fundador de Pantera habla sobre la influencia de su hermano en su banda actual, que tocó en el Maximus Fest. Entrevista exclusiva con Rock.com.ar.
“Una de las cosas que me gustaron de nuestro productor es que era baterista”, dice Vinnie Paul sobre Kevin Churko, que trabajó con ellos en el recién salido “Unden!able” (2016). “Tenía grandes ideas, y yo no estaba habituado. Por lo general me tocaba a mí manejar el barco. Al no haber tenido que ocuparme de eso, pude enfocarme en mi instrumento”.
Lo gracioso de la metáfora es que Vinnie tenía un bote en las épocas de Pantera, y era muy malo manejándolo (cuando no estaba en cabarets). El estadounidense sí manejó bien la banda más importante del metal de los ’90, y está sentado hoy junto al bajista Kyle Sanders –ambos forman parte de Hellyeah- en el hotel que los recibe por primera vez en la Argentina.
El batero parece menos egocéntrico –hace dos décadas salía con cinco guardaespaldas exclusivamente para él-, pero sigue igual de filoso.
“Kyle fue el primer bajista al que realmente quise escuchar en mi vida. Siempre preferí tener en los monitores a la guitarra rítmica y a la batería, pero desde que él entró a Hellyeah, eso cambió –dice, con un inevitable palo al ex Pantera Rex Brown-. Sanders es fundamental en el escenario, y es muy preciso. Se siente como si estuviera tocando Godzilla, y no una banda”.
-¿Hubo alguna especie de casting para ver si quedaba?
-Vinnie: No. Cuando sacamos a las otras dos personas –Greg Tribbett y Bob Zilla-, que ya no le estaban trayendo nada a la banda, inmediatamente quisimos que él tocara. Ya había girado con nosotros con su grupo anterior, Bloodsimple, y amábamos su estilo. Por suerte él no estaba en nada, y se emocionó por ser parte de Hellyeah.
-Kyle: Nos llevamos bien arriba y abajo del escenario. Eso es igual de importante: tocás una hora por día, pero después tenés otras veintitrés para seguir conviviendo. No podría estar en una banda en donde me despertara y no quisiera verlo a Vinnie, por ejemplo. Un colectivo de gira es como un pequeño tubo, con quince tipos. Cuando te acostás y cuando te levantás, ellos son lo primero que ves.
-¿Y cómo te sentís ahora, que ya pasaste un buen tiempo?
-Kyle: ¡Excelente! Sino no me habría sentado en esta silla. De no haberme sentido 100% convencido no estaría feliz de convivir con Hellyeah todos los días, semanas y meses.
-Vinnie, algo que habías dicho es que si hubieran mantenido a Greg y a Bob, la banda se hubiera separado. ¿Lo pensaron realmente?
-Vinnie: No creo que la ruptura hubiera sido una opción, pero era muy difícil ver a Greg y a Chad separándose el uno del otro, porque ellos habían trabajado juntos por muchísimos años –se refiere a Mudvayne-. Greg estaba en una postura en la que tiraba todo para atrás, y la única opción para que continuáramos era que se fuera. “Limpiamos la casa” de una sola vez, porque el bajista también era un cáncer. Sin ellos escribimos las mejores canciones de nuestra historia. Con Kyle y Christian –Brady, guitarrista-, la banda realmente se convirtió en un grupo de hermanos. Ahora sentimos ese espíritu familiar.
-Recién dijiste que Bob era un cáncer para la banda. ¿Por qué?
-Vinnie: ¡Porque no le importaba nada! Quería estar, pero sin participar activamente. No componía ni aportaba, y llegó un punto en que su performance no era tan buena. Estaba tirando todo para atrás, igual que Greg.
-¿Y quién tomó la decisión de sacarlos?
-Vinnie: Greg lo hizo fácil, porque dijo que la sociedad entre Chad y él se iba a terminar, así que cuando pasó, pensamos: “Si vamos a hacer modificaciones, que sea del todo”. Fue inapropiado para ellos, pero correcto para nosotros. Y es por nosotros que estamos acá.
Con ayuda externa
-Varias bandas reclutan a muchos productores antes de grabar, pero ustedes eligieron por segunda vez a Churko. ¿Hubo reuniones con otros?
-Vinnie: No. Es como la frase que dice “si no está roto, no lo arregles”. Trabajamos tan bien en “Blood for Blood” (2014), que sabíamos que Kevin era el indicado. Y estoy muy seguro de que vamos a laburar con él de nuevo en el futuro.
-Lo raro es que, la primera vez, él estaba asustado porque le parecían una banda muy “fiestera”.
-Vinnie: (Piensa). Creía que éramos una especie distinta. Lo conocí en Las Vegas, porque su estudio está allá y yo tengo una casa ahí. No sabía quién era, simplemente me lo crucé en un show y me contó que amaba lo que yo había hecho y que él era productor. Lo escuché, me gustó su trabajo y salió todo genial. Cuando estábamos haciendo los demos de “Blood for Blood”, en mi casa de Texas, empezamos a charlar sobre la incorporación de un productor. Yo opiné que el indicado era él. Es increíble porque había trabajado con Mutt Lange, que hizo que Ozzy sonara fresco de nuevo…
-…y “Back in Black”…
-Vinnie: Sí, su background es insano. Con cualquiera tenés que aprender a confiar desde el inicio, pero con él fue fácil. Desde el principio nos conectamos, porque sabía quiénes éramos y escuchaba nuestras ideas. Así que fue genial.
-Una historia cuenta que al principio no le gustaba “Moth”, que terminaría siendo el mayor éxito del grupo.
-Vinnie: ¡Nunca había escuchado eso!
-Lo dijo Chad.
-Vinnie: ¿Sí? Quizás se refería a la letra. Recuerdo que cuando escuchó los primeros demos que le di, que eran las doce canciones de “Blood for Blood”, dijo: “Wow, es el mejor demo que me llegó en mi vida. La mayoría viene acá sólo con dos canciones o dos y media. Esto es grandioso”. Estaba entusiasmado por trabajar con nosotros.
-¿Te costó relegar el rol de productor, habiéndolo ejercido en tantos discos de Pantera?
-Vinnie: No. Creo que si yo lo hubiera hecho hubiera sido igual de bueno, porque confío en mis habilidades. Estuve en los dos lugares, así que me acostumbré a tocar y que después Kevin viniera y me dijera “eso es muy largo”, o a la inversa. Haberlo tenido a él y que me haya dado su opinión fue invaluable. Igual, su trabajo se notó más con Chad. Pudo sacar una performance de él que yo no hubiera sido capaz. Lo presionó hasta que lo logró.
-¿De qué manera?
-Kyle: Muy fuertemente. Chad llegaba con una idea, y Kevin le decía: “Podemos sacar algo incluso mejor”. Por eso es que querés un productor, porque buscás lo mejor de vos. Podríamos haber hecho el disco por nuestra cuenta y haber pensado que era lo más, pero así fue más valioso. Ellos dos trabajaron juntos, cabeza a cabeza. Nos fuimos del estudio y los dejamos que hicieran lo suyo, y estuvieron de acá para allá. Kevin le decía: “cantá una parte”, y Chad la hacía y capaz le gustaba un segmento en particular, entonces la agarraba y la llevaba al siguiente extremo. Fue un proceso bastante brutal, hasta que se profundizó la conexión entre ambos. Ellos tuvieron una gran química, al igual que nosotros en lo musical.
-Sé que antes Chad solía entrar al estudio unas semanas después, porque ustedes primero grababan las bases. ¿Fue así esta vez?
-Vinnie: Sí, y lo gracioso es que estábamos muy metidos con la música, pero Chad siempre quedaba un tema o dos atrás. Esta vez le tomó bastante para acoplarse. Tom lo apuraba, y de ahí salieron las letras para “X”. Sintió que tenía una mochila en su espalda y que lo presionaban para hacerlo de una vez.
-Kyle: Estaba en un pozo. Era bastante estresante y saturador para nosotros, porque teníamos ocho o nueve canciones listas, ya grabando la décima o la onceava, y él todavía no había puesto ninguna letra. Así que fue cansador, porque lo estábamos esperando. Por ende, su historia no fue la misma que la nuestra: no la pasó tan bien. Pero mirá el resultado final, no cambiaríamos nada. Chad dio lo mejor, e hizo las letras más genuinas que podría haber escrito.
-En “X” también metió algo de rap…
-Vinnie: No lo llamaría rap.
-Kyle: Son líneas muy “taca-taca-taca”, super rápidas. Es más una cadencia.
-Vinnie: Es parte de su estilo. También lo hacía en “Dig”, de Mudvayne. Probablemente sea uno de los únicos cantantes que pueda hacer ese “dipiti-dipiti” (risas). La tiene re clara. Está bien si querés considerarlo rap, pero para mí solo es un recurso del heavy metal.
Mejores que nunca
-Vinnie, “Say when” –de “Blood for Blood” (2014)- te había parecido una de las líneas de baterías más desafiantes de tu historia. ¿Cuáles resaltarías de “Unden!able”?
-Vinnie: Hay varios momentos emocionantes. Los fills al final de “Grave” son muy intensos, igual que los de “Love falls”, que simplemente surgieron. Amo la bata de “X”, y realmente me encanta cómo suena en todo el disco. Me apasiona cómo el bajo se acopló conmigo y con el sonido de la viola. Y con un cantante como Chad, todo sonó aún más agresivo.
-Antes se manejaban pensando que cada disco iba a ser “el último de sus vidas”. ¿Ahora fue lo mismo?
-Vinnie: Creo que “Unden!able” es el más desesperado y agresivo que hicimos. Fuimos por todo. Cuando terminamos “Blood for Blood” pusimos la vara muy alta, y luego debimos superarlo. Tuvimos que meterle a fondo y dar todo lo que podíamos para hacer un buen laburo, y sobre todo que sobrepasara el anterior. Opino que lo conseguimos.
-El próximo va a ser más difícil aún, porque van a tener que empatar a este.
-Vinnie: Todo el tiempo elevás la vara más y más, y encontrás la manera de seguir evolucionando. Eso hicimos con Pantera. Cada vez que terminábamos un disco, decíamos: “¿Cómo vamos a mejorarlo?”. Y acá pasó lo mismo. Ahora que tenemos a Kyle y a Christian, me siento mucho más confiado para el siguiente. Contamos con dos personas que están trayendo más ambición a la mesa y que van a seguir ayudándonos a que gire la rueda.
-En su momento dijeron que “Stampede” (2010) no era el mejor álbum que podrían haber hecho. ¿Cómo lo ven ahora, que pasó bastante tiempo?
-Vinnie: Para Hellyeah, los primeros álbumes fueron extremadamente experimentales. Queríamos crear algo distinto de lo que habíamos hecho en Pantera, en Mudvayne y en Nothingface. Así que trajimos elementos “casi de country” con la canción “Alcohaulin’ Ass”, del estilo de Lynyrd Skynyrd. Había un poco más de rock and roll, pero era diverso. Creo que confundió a un montón de fans, porque el primer disco fue jodidamente pesado y en el segundo hubo una mezcla. Ahí fue donde nos salimos de las pistas. Después decidimos volver al metal, que es lo que mejor nos salía, y surgió otra vez de manera instantánea.
-Lo emotivo es que “Dimebag” aparece en el nuevo álbum, tocando en “I don’t care anymore” (de Phil Collins). ¿Cómo rescataron la grabación?
-Vinnie: Fue una historia extraña, pero voy a hacerla lo más simple posible. Estábamos con el disco casi listo, todo se había grabado y lo estábamos mezclando, y Christian dijo que amaba ese tema y que le hubiera encantado versionarlo. Yo me reí y le contesté que habíamos grabado un cover con Damageplan, pero que nunca había salido. En ese momento, Kevin Churko agregó que él había trabajado con Phil Collins, así que le parecía muy cool incluir el tema. Empezamos a grabar nuestra versión, y cuando estábamos en la mitad pensamos que iba a ser copado sumar a “Dimebag”. Así que agarramos todo su material, que estaba guardado en archivos desactualizados y no funcionaba. Llamamos a un ingeniero, trabajó dos semanas y pudimos transferirlos. Y una vez que lo conseguimos, se sintió super especial y mágico tener a “Dime” tocando en 2016, con esta banda. Siempre sentimos que él era nuestro sexto miembro.
-¿Por qué?
Vinnie: Por su espíritu, man. Su actitud, la manera en la que vivió su vida… Creo que esta banda continúa ese mismo tipo de camino. Celebramos su legado, y quiero agradecerles a los fans, que nos ayudan a honrarlo y a engrandecerlo más que nunca. Es inmenso el amor que la gente todavía tiene por mi hermano. Nunca lo voy a olvidar.