Con su flamante segundo disco solista ya terminado, Vicentico dialogó sobre su presente y futuro artístico. «Soy un músico netamente popular», dijo, «no tengo conocimientos eruditos sobre la música». La entrevista de La Capital de Mar del Plata.
Casi sin mediar mucha pausa desde su álbum debut y los shows respectivos, Gabriel «Vicentico» Fernández Capello ya tiene sucesor para su carrera solista. «Los Rayos» es la nueva producción que aparecerá mañana. El músico ya fijó fecha para presentar el 13 de agosto en el Luna Park un álbum que ya se escuchó en una audición acompañado por el intérprete, quien luego de los 45 minutos que dura esta producción concedió una de las primeras entrevistas a un medio gráfico, charla en la que el artista explicó algunos detalles del disco:
– Las letras aluden a un clima de tensión, cuasi bélico y también un sobrevuelo a fuertes situaciones emocionales. ¿Unidas dan algo así como un mensaje global?
– Exacto, hay un texto con ese formato si unís todas las canciones, hay un concepto, como estampillas que se unen. Por ejemplo, «La Verdad» y «El Engaño» van juntas, sucede lo mismo con «El Cielo» y «La Nada», es como una narración hilvanada. Este segundo disco es un poco más profundo que el anterior y más fuerte. Tengo expectativas y creo que va a suceder algo más que con el anterior, pero si no ocurre de igual forma estaré muy contento. Tengo trabajo y todo lo que quiero.
– ¿Cómo surgió el título del trabajo? ¿Encaja dentro de la estética global planteada?
– El disco gira alrededor de conceptos o ítem, cosas que son universales; hay un montón de cosas que para mí significan algo. «Los Rayos» como título, en realidad, es una idea de mi hijo, que me dijo que la banda con la que yo tocaba se tenía que llamar así (sic), porque es como los rayos. Cada tema siento que es un rayo que cae y hace un poco de lío entre nosotros. Es un disco muy pensado para que cada canción conmueva a las personas que yo tengo cerca mío y también a mí, esa es mi intención.
– No demoraste mucho en sacar un nuevo trabajo; la gente todavía disfruta tu trabajo en la película de Martín Rejtman («Los guantes mágicos»)… Es muy llamativo.
– No tardó tanto en salir el segundo álbum, honestamente no puedo parar, pensé que era un buen momento para hacerlo. Todavía estaba con el otro disco en caliente y tenía ganas de mostrar el momento en que está la banda con la que toco y el mío como compositor. Me trataron muy bien en la película «Los guantes mágicos». En el cine no me hace falta ninguna nota, la pasé muy bien haciendo la película y se nota que esté hecha con cariño, respeto y laburo.
– Incluiste dos covers, uno de Rubén Blades (Tiburón), y no parece que hayas trabajado demasiado relajado, además te acompañan grandes artistas.
– Bajo presión, yo funciono perfectamente, es como mejor funciono. Por placer no dejo nada librado al azar; trabajé con mucho tiempo de anticipación, elegí temas con Afo durante bastante tiempo. Compuse 40 ó 50 canciones para el álbum y elegí muy poquitas. Las doce seleccionadas están elegidas muy puntualmente, no hay temas para rellenar, todo fue elegido con el gusto de los involucrados, para que cada canción sea un hito dentro del disco y dentro de mí. Julieta Venegas estaba en Buenos Aires, aunque en realidad cuando ella grabó sus partes en «El Tonto» yo me encontraba en España. Me la crucé en el unplugged de Diego (Torres), puso muy buena onda, vino y grabó muy bien y rápido. También participan Flavio y Lucho González, que tocaron en algunos temas.
– ¿Asoma muy estructurada cada concepción de un álbum en tu carrera?
– Desde chico ni siquiera con los Cadillacs me planteé qué es lo que iba a suceder; estoy seguro de que las cosas suceden a partir de lo que vas haciendo, no de plantearme qué va a pasar en el futuro. Aparte, cuando empecé a tocar sólo tenía pensado desde un tiempo antes qué era lo que iba a hacer. Con los Cadillacs ya habíamos charlado un año antes de parar que íbamos a parar, entonces tuve mucho tiempo de planear cómo encarar el trabajo solo. Ya pasaron tres años desde que dejé de tocar con los Cadillacs, casi dos desde que salió el primer disco y ahora siento que esto también fue natural, no sé hacer otra cosa, es mi trabajo, lo que yo hago para vivir.
– Inevitable es preguntarte, al menos por los fans, ¿puede producirse el regreso de tu grupo en algún momento si los caminos solistas hallan escollos?
– ¿Volver con los Cadillacs? No, te juro que no me planteo las cosas de esa manera. No veo que me pueda ir mal, no porque crea que soy muy grosso, sino porque no tengo expectativa… Creo que con mucho menos de lo que tengo me conformo, tengo demasiado. Mientras pueda sacar discos de la manera que sea y tocar con eso estoy contento, no es que tenga que volver atrás. Veo muy difícil que los Cadillacs se vuelvan a juntar sólo porque a nosotros no nos haya ido bien solos. Si nos juntáramos alguna vez será porque placer y deseo, no otra cosa… Soy un músico netamente popular, no tengo conocimientos eruditos sobre la música, tampoco soy un bruto que no entiende nada. Entre medio de esos dos polos estoy yo. Me gusta jugar mucho con la música, es un lenguaje que yo puedo manejar, el placer más grande para mí es hacer música y canciones y que cada una de ellas tenga su toque y su onda, por eso «Los Rayos» es uno de los mejores discos que grabé.
