En su tercer álbum, «Cruzando puertas», el conjunto cordobés Trebolares muestra un sonido más afianzado y la idea de compartir mensajes positivos.
“En este disco empezamos a desestructurarnos –explica el bajista Cristian Cariddi-. A diferencia del anterior, este nos encontró con una realidad que fue cambiando rápidamente a medida que trabajamos para grabarlo. Empezamos a expresar todo lo aprendido, todo lo vivido en los recitales y el contacto con otras bandas, con el público, con los medios. Empezamos a saber cómo expresar lo que queremos”.
Ya con el anterior material, “Entre el Sol y las espinas” (2016), Trebolares comenzó a recorrer un camino de letras positivas. Esta es la mayor similitud con la flamante placa que salió en febrero de este año, y la mayor diferencia se halla en el sonido, en la intensidad de las canciones fuertes. Para el encargado del bajo existe un crecimiento en lo musical y en cada uno de los demás integrantes –Matías Santa en voz y guitarra, Eduardo Coiset en batería e Ignacio Bevacqua en coros y guitarra-.
“Es el primer disco producido en estudio por nosotros -señala Cariddi-. El mensaje sigue el camino del anterior, se profundiza la idea de positivismo sin dejar de poner la crítica en cosas que nos están afectando como sociedad. Las canciones no son canciones de amor tradicional, porque el amor se manifiesta de distintas formas, y nosotros tratamos de mostrar esas otras formas”.
Entre los temas que conforman el álbum ronda la idea del amor en sus distintos formatos: a los sueños (“Espíritu joven”), amor propio (“El desierto de tu ansiedad”), a los seres queridos (“Volver atrás” y “Soy tu paz”), a la libertad (“Lengua de fuego salvaje” y “Suelta”), a los seguidores del grupo (“Cruzando puertas”).
“Cruzando la puerta todo va a cambiar. Lo que encuentres ahora será tuyo y tu camino seguirá, caminalo por vos. Llevá lo que te ayude a romper tus cadenas y lo que encuentres transformalo en algo mejor y construye más puertas”. Estas líneas forman parte de la canción homónima al álbum y el bajista agrega: “Desde el mensaje, es una forma de mostrar que una banda de rock no es un altar para idolatrar. El rock es mucho más profundo que un ídolo inalcanzable, el rock es una puerta que cuando la atravesás te transforma de una forma positiva o negativa dependiendo del mensaje. Este disco busca abrir puertas con mensajes positivos que transformen desde lo personal, espiritual y artístico”.
¿Sienten que encontraron un sonido fijo para la banda?
No, creemos que cada disco tiene que representar el momento que vivimos y no queremos estar encerrados en un sonido. Sí sabemos que hay límites que no queremos transgredir. En el disco que viene esperemos seguir creciendo y encontrar una vuelta a este sonido que tenemos hoy y que sea superador.
En tiempos de mayor alcance con Internet, ¿Cuáles siguen siendo las dificultades con las que se encuentran?
Nuestra música llega a todo el país. Estamos en todos los formatos como para que eso suceda. Lo importante es que las personas que escuchen nuestras canciones lo hagan por decisión propia, porque les llegó algo, porque fueron atravesadas por la música. Eso queda para siempre y no se olvida, no se borra con el nuevo hit del momento.