Martina Pérez Cabrera nació en Buenos Aires y desde su niñez se sintió atraída por contar historias, encontrando en la música un campo para desarrollarse.
Este afán por transmitir la llevó a estudiar Licenciatura en Actuación en la UNA, a la vez de que formaba parte de grupos de teatro independiente y tenía su propia banda, Pánidamasa. Allí, cumplió los roles de cantante y letrista, y llegó a grabar su primer disco gracias a un concurso de la UBA en 2014
Años después de la disolución de la banda, participó en el álbum debut homónimo de Louta y formó parte de sus giras por Argentina y Uruguay. Luego, viajó a Europa con el dúo Gemma, para presentarse en ciudades como Málaga, Barcelona, Madrid, Toulouse y París.
Posteriormente lanzó un EP solista, titulado «Memoria RAM», y otro álbum de jazz, «Danced & Hummed». Mientras que en mayo del 2022 sacó un nuevo single, bajo el nombre “Cartas”.
Actualmente, además de su proyecto solista, forma parte de dos bandas musicales con próximas fechas y giras programadas. También ofrece material educativo y continúa avanzando como vocal coach y maestra de canto.
¿En qué momento se encuentra Tina?
Luego de un momento de gran inmersión, que vivo desde la pandemia hasta ahora, fui avanzando en varios proyectos. Ahora estoy en la explosión de dar todo eso en lo que estuve trabajando. Se siente muy bien, de una manera gratificante y emocionante.
¿Cómo distribuís tus tiempos para cada faceta artística en la que estás involucrada?
Gran pregunta porque sin la organización en mi vida creo que no sería nadie. Suelo usar mi diario, donde escribo todas las mañanas mientras desayuno y descargo cosas que me van pasando. No solo en acciones, sino que también lo referido a sentimientos. Esa es una herramienta que ayuda ordenarme, sumada al calendario.
Por último, las alarmas. Uso una en específico, que se llama Pomodoro Timer, y tiene una lista de tareas con el reloj que suena cada diez minutos para descansar. Eso es clave porque la vida no se trata de estar todo el tiempo en actividad.
¿Tres sueños que hayas cumplido?
El primero es estar donde estoy, así de cursi te lo digo. El segundo cumplido, es haber escrito un libro. Fue un gran sueño y lo sigo cumpliendo.
Por último, estar en un escenario gigante, como lo fue con Louta. Disfruto de ese momento y, sobre todo, que convoque a un material hecho para despertar personas porque día a día intento concientizar a través de mis canciones.
El libro «Manual de voz» y su inspiración
¿Cómo nació la idea del libro «Manual de Voz» y cuánto te llevó materializarla?
Surgió a partir de las herramientas que tomé para sobrevivir el periodo de aislamiento, como lo fue la pandemia, y de tanto trabajo vinculado a clases virtuales que tuve en ese momento.
Me pareció importante que la gente contara con ellas porque a mí me sirvieron mucho. Creo que a eso vine y la verdad es que este libro nació de esa idea. Como una especie de salvavidas en medio del océano.
Recientemente realizaste una presentación en Nempla ¿cómo la viviste?
Fue hermosa, cariñosa y amena. A su vez, resultó interesante por ser distinta y resalto la valentía de haberme animado. Me arriesgué a una nueva dinámica, pero a la vez sentí que lo ejecutaba hace años. De esta manera, viví la inclusión de muchas cosas que soy en un solo lugar.
¿Qué opinión te merece la edición papel vs la inmediatez que arrastra la tecnología?
Es justamente la apuesta más grande que estoy haciendo. Recientemente hablé con unas personas que, durante un concierto, llevaron discos y caí en la cuenta de que estaba haciendo lo mismo. No sé qué tanta gente tiene contacto con el papel y la birome, pero lo siento tan importante como respirar.
Vivimos inmersos en un torbellino de ideas que muchas veces nos encierran y no permiten que la comunicación sea clara. Tampoco deja que las acciones sean concretas. Hablo de esto porque el libro no es solo para cantantes, sino para lectores en general. Es un material que ve al canto como un fin en sí mismo. Del recorrido por un túnel que se dirige hacia la claridad, que es la música misma en la vida.
El papel invita a ir más lento, la tecnología nos puede tomar como si fuésemos un mundo de las ideas, donde tuviésemos que ir volando. Por el contrario, somos humanos y debemos recordar ir paso a paso.
¿Cómo se dio la posibilidad de trabajar con Louta y qué nos podés contar sobre la experiencia con las giras internacionales?
Fue muy loco porque grabé de casualidad en el tema “Ponételo bien”. A los meses salió su disco y me convocó para tocar en el CC Recoleta. Coincidió ese proyecto con otro que tenía, sin saber lo que sucedería después.
Contaba con un pasaje para irme a Europa junto a mi dúo llamado Gemma y realizar una gira pactada. Era un proyecto arriesgado que estábamos haciendo con mi amiga y ahí finalizó mi viaje con Louta. Realmente lo viví como una experiencia super rica e inolvidable. Vi que era posible el sueño que tenía de estar parada enfrente de un montonazo de personas.
