Luego de un impasse de 13 años, la banda está de regreso con un nuevo disco titulado «13»: viejas canciones que volvieron con un sonido renovado.
El quinteto está compuesto por Chris Kofman (voz), Juan Russo (bateria), Leandro Granone (guitarra), Pablo Riso, (guitarra) y Daniel Chiaramoni (bajo). Este nuevo álbum sigue demostrando lo ecléctico de la agrupación, con canciones que van desde el grunge, el hard rock hasta el brit pop. Su cantante nos contó cómo se sienten con esta vuelta y como se preparan para volver a los escenarios.
¿Cómo surge esta vuelta después de tantos años?
Estamos muy contentos, muy emocionados. Fue una cosa bastante natural que se fue dando, entre una charla y otra. Nunca dejamos de estar comunicados porque somos amigos. Nunca hubo una pelea o un distanciamiento, sino que tuvo que ver con decisiones personales, que en su momento tomé yo que tenía que ver con mi vida: irme de la ciudad de Buenos Aires. Juan, el baterista de la banda, tomó la misma decisión. Naturalmente por una cuestión de donde estábamos tuvimos que dejar la banda. Lo natural fue en algún punto hacer algo otra vez juntos. Empezamos a grabar, la pandemia nos empujó a hacer cosas de manera virtual, con la distancia, y quisimos dar el paso siguiente que es volver a tocar, que también disfrutamos mucho.
¿La pandemia los incentivó a volver a hacer música?
Sí, porque para nosotros siempre nos quedó como una suerte de deuda pendiente. Teníamos una especie de segundo disco con canciones armadas, después de haber grabado y publicado «Precipicio inconsciente» en el 2007, y después vinieron las decisiones de vida que nos alejaron. Cuando volvimos a hablar bastante y sabíamos que teníamos la chance de hacer algo de forma virtual, más allá de la distancia, nos pusimos a trabajar en eso durante el 2019. Cuando lo terminamos de editar, cayó la pandemia. No nos quedó otra que amoldarnos a lo que estaba pasando en el mundo y de alguna forma nos ayudó, nos sacó presión. Terminamos «13», tiene que ver con la cantidad de años que estuvimos lejos de la música juntos. La difusión tuvo que ver con lo virtual, grabar cosas y subirlas a Youtube, usar Spotify, revivir las redes sociales.
¿Cómo fue la producción de este nuevo disco?
Son todas canciones que las habíamos escrito en la etapa post «Precipicio Inconsciente». Las empezamos a tocar cuando íbamos presentando este disco. Son todas canciones muy personales, es diferente el sonido a lo que hicimos en el primer álbum de estudio. Creemos que no le habíamos hecho honor, inclusive la gente que nos seguía las conocía, las quería mucho y las pedía. Sentimos que faltaba algo, siempre había quedado dando vueltas el tema que no las habíamos podido grabar. Entonces, cuando volvimos las hicimos. Fue como un rompecabezas que se fue armando pero finalmente le hicimos honor. La idea es retomar el trabajo de «13», remezclarlo, grabar algunas cosas nuevas y sumarle algunas canciones. O sea que este disco es una obra que se sigue gestando, no está cerrado. «Oración unimembre», que lanzamos como corte, no está en la lista oficial de «13», pero es parte de la misma camada de canciones que se van a sumar junto con dos o tres temas más que grabamos. Es lindo, es un disco que está publicado pero no se terminó, sigue en proceso de realización.
¿Cómo se preparan para la vuelta a los escenarios?
Es raro ensayar de forma virtual en donde todos nos conectamos cada uno con su computadora. A veces la tecnología se pone super del lado nuestro y a veces es caótico. Hay noches que no suena y terminamos charlando.
¿Cómo te sentis con esta vuelta?
Es darme un gusto, porque capaz que en algún punto había dado por cerrado el capítulo de la música desde ese lugar, más abocado a mi laburo, a mi profesión, a mi familia. Para mí fue como reamigarme con la idea de que hay una faceta mía que está copada, que es la música y que la puedo llevar adelante con un grupo de gente que es muy especial para mí. Desde ese lado lo estoy disfrutando. Me pienso a mí mismo como músico y me siento cómodo. Después no sé lo que va a pasar, nos vamos a subir al escenario, nos vamos a divertir y si hay alguna pifia la vamos a pasar por arriba porque siempre lo hicimos así. Más adelante no se, capaz al otro día que tocamos decimos «hasta acá llegamos». Volvemos a la virtualidad o armamos otra fecha para el mes que viene. Todo puede pasar.