El artista bonaerense regresa con un nuevo proyecto, grabado en vivo durante noviembre del 2024 en el estudio Águila Magnética. Este álbum reúne seis canciones, que recorren diferentes épocas de su carrera, más un tema completamente inédito.
Tras más de una década en el circuito independiente como integrante de diferentes bandas, Rubén Amadeo Capizzano da inicio a su carrera solista durante el 2015 bajo el alias de RC.
En 2017 lanza su primer álbum «Cowboy de ciudad», que incluye 12 canciones y un homenaje a Leonardo Favio, con el cover de «Fuiste mía un verano». Además de editarlo en dos formatos físicos, sorprende con un documental titulado Saloon Sessions, donde profundiza sobre el proceso de grabación.
RC recorre los escenarios y culmina el 2018 con un concierto íntimo en el Teatro de Morón. De esta presentación nace el documental «Desde casa», que captura la esencia del momento.
Al año siguiente trabaja en el EP «Veintitrés», cuyos adelantos llegan durante el 2020 con “Cuestión de suerte”, “Fantasmas” y “Ella”; acompañados por sus respectivos videoclips. Este material presenta una faceta más oscura y alternativa, influenciada por sonidos ochentosos y noventosos, sin perder su toque pop.
A pesar de las limitaciones pandémicas, el artista bonaerense comparte su repertorio en formato streaming para medios locales e internacionales, manteniendo vivo el contacto con su público.
El regreso de RC no sólo promete una exploración musical, sino también la oportunidad de reconectar con sus raíces, compartir la evolución artística y adelantar nuevas canciones a lo largo de este 2025.
¿Cuál fue el criterio al momento de seleccionar las seis canciones que quedaron?
El criterio principal al seleccionar las canciones para la Live Session se basó en la idea de armar una experiencia similar a un show en vivo, pero aprovechando las particularidades de este formato. Para las canciones de ‘Cowboy de ciudad’, la selección se centró en aquellas que tuvieron una fuerte presencia en mis presentaciones en vivo, pero que aún no contaban con una materialización visual formal. La Live Session me brindó la oportunidad de darles esa representación. En cuanto a las canciones de «Veintitrés», la lógica fue diferente. Elegí aquellas que, si bien no se tocaron tan frecuentemente en vivo, poseían un potencial rítmico que creí que se adaptaría muy bien y brillaría en el contexto de una Live Session. Finalmente, la inclusión de una canción de mi etapa anterior a convertirme en solista respondió a un criterio más personal y sentimental. Es una canción que ha adquirido un nuevo significado con el tiempo, y la Live Session me permitió presentarla bajo una luz diferente, en una versión mucho más íntima y renovada.
¿Cuándo y cómo nació el tema inédito?
El tema inédito, ‘La Llegada’, nació de una profunda necesidad de plasmar las muchas vivencias que experimenté desde mi último lanzamiento. Inicialmente, me vi influenciado por el auge de la inteligencia artificial y me propuse un proyecto ambicioso: componer un álbum completo con estas herramientas.
Llegué a tener bastante material avanzado, alrededor de 12 o 13 canciones, pero en ese punto crucial me di cuenta de que el resultado no me representaba genuinamente. Sentía que ‘eso’ que se reflejaba en esas canciones no era yo. Por lo tanto, tomé la decisión de empezar todo el proceso de nuevo, lo cual explica también la demora en presentar nuevo material.
En esa búsqueda por reencontrarme, reconecté con la guitarra, mi instrumento principal, y con los géneros musicales que me han acompañado toda la vida. Poco a poco, comencé a sentirme más cómodo y a gusto con lo que estaba produciendo.
Precisamente, ‘La Llegada’ surge de esa búsqueda de volver a mis raíces musicales. Sienta las bases de lo que serán las nuevas canciones que vendrán después de este álbum.
Además, no me sentía cómodo con la idea de lanzar un disco así, sin más, después de tanto tiempo. Por eso, esta Live Session se convirtió en el vehículo perfecto para reconectar en todos los sentidos: con la música misma, con mi guitarra, con la experiencia de tocar en vivo con una banda renovada y con el trabajo en el estudio.
¿Existe un concepto integral?
El concepto principal, como mencionaba, fue el de reconectar con mi música y mis canciones en un sentido amplio. Busqué generar un equilibrio que reflejara mi trayectoria musical hasta el momento. Quería que tanto al escuchar el disco como al ver la Live Session, se percibiera esa conexión con mi pasado, la exploración de nuevas sonoridades y, sobre todo, una vuelta a la esencia de lo que me define como artista.
El mensaje que las atraviesa es, precisamente, el de la evolución y la reconexión. Mostrar de dónde vengo, dónde estoy ahora y, de alguna manera, anticipar el camino que estoy comenzando a transitar. Es un mensaje de autenticidad y de la importancia de volver a las raíces para poder avanzar con una base sólida y genuina.
¿Por qué decidiste grabarlo en formato Live Session?
Decidí grabarlo en formato Live Session por varias razones fundamentales: en primer lugar, sentía la necesidad de experimentar y plasmar la adrenalina de tocar en vivo en un registro audiovisual. Quería capturar esa energía cruda, sin tanto ‘maquillaje’ de estudio, transmitiendo un mensaje fuerte y directo de ‘volví’ a la escena musical.
En segundo lugar, soy consciente de que los formatos y los tiempos en los que el público consume música han cambiado y seguirán evolucionando. Como artista, considero importante adaptarme a estas nuevas dinámicas y ofrecer contenidos que conecten con la audiencia en el lenguaje actual. La Live Session es un formato ágil, visual y que permite una conexión más inmediata con el espectador.
¿Cómo viviste el proceso?
Viví el proceso de una manera muy divertida y, debo decir, bastante innovadora para mí. Por primera vez, me permití romper algunas estructuras que tenía establecidas sobre cómo preparar una sesión de este tipo.
Un factor clave fue la tecnología, que me permitió optimizar los tiempos de ensayo presenciales con la banda. Leo Cabrera, un viejo amigo, compañero de ruta y un baterista excelente, grabó secuencias de lo que tenía pensado para la sesión. Esto nos permitió a Nano, el bajista, y a mí ensayar juntos y también de forma individual, construyendo una base sólida. Paralelamente, trabajé con Eleo en nuestro ensamble y juego de voces.
Cuando sentimos que teníamos un buen nivel de preparación individual y por secciones, finalmente nos juntamos todos en una sala de ensayo, y fue genial. Esa experiencia nos dio el último impulso de confianza para encarar la grabación de la sesión.
Para ser sincero, no ensayamos tanto en formato banda completa previo a la grabación. Quería que el factor de la improvisación estuviera presente durante la sesión, buscando una espontaneidad que le diera un toque especial. Viendo el resultado final, creo que el plan salió a la perfección.
¿Cómo describirías tu presente musical?
Describiría mi presente musical como un momento de entusiasmo renovado y control recuperado. Esta reconexión profunda con mi música me ha permitido identificar y potenciar mis fortalezas como músico, lo cual me llena de confianza para el futuro.
