Los hechos están demostrando que ha llegado la llora del cambio dentro de la música popular de rock en la Argentina. Uno de los más ejemplificantes es la decisión de Pajarito Zaguri al disolver, hace apenas unos meses, el grupo que el mismo había formado, la Barra de Chocolate, para dar un giro total y convertirse en solista.
Pero la modificación va mucho más allá, no se limita al cambio formal de un conjunto por un solista. Hay también una modificación ideológica y de actitud en esta nueva etapa de uno de los músicos más populares de la música de rock local. Al parecer, Pajarito, cree haberse dado cuenta que toda la mitología que se había formado entre el cada vez más decadente «cirquito» de Buenos Aires lo había llevado, tanto a él como a la mayoría de los músicos, a creer en un mundo irreal, fantasioso y deformante. Alimentado de gasolina extra musical y, por lo tanto, ajeno a las vivencias cotidianas, tan fundamentales para reflejar la imagen de un país que aún está luchando por realizarse en todos los órdenes. Inclusive en el musical, donde todavía persiste la dependencia.
Las palabras de hoy de Pajarito Zaguri son bastante claras y firmes como para comprender, a través de uno de sus gestores todo un proceso que está culminando, para dar paso a otro quizás más auténtico:
«Mi mujer me hizo ver la realidad —cuenta despaciosamente—, antes me envanecía pensando que las cosas que hacia eran muy buenas, pero cuando después las escuché seriamente, con inteligencia, me di cuenta que sólo eran cosas vulgarmente regulares el mismo sonido de siempre. No tenían evolución».
Pregunta: ¿Cuál es entonces tu cambio de ahora con respecto a aquella actitud?
Pajarito: Me propuse a mi mismo hacer cosas realmente superiores y, sobre todo, wri¿ientemente, sin divagar, el psicodelismo no conduce a nada: las experiencias están a la vista.
Pregunta: ¿Cuál es tu mensaje de ahora?
Pajarito: También tomé conciencia de que yo, más que un músico, en esencia soy un decidor, y por lo tanto de ahora en adelante voy a decir las cosas bien claras.
Pregunta: ¿Creés que en los últimos tiempos hubo desconexión entre los músicos y los oyentes, es decir: falta de comunicación entre integrantes de una misma generación?
Pajarito: No podría asegurarlo exactamente. Puede ser que haya ocurrido en algunos casos.
Pregunta: ¿Y en tu caso particular con la Barra.
Pajarito: Puede ser que haya habido esa falta de comunicación real en las letras pero sólo en la última etapa. Temas como «Doña Lucía» y algunos otros seguramente no los volvería a hacer porque no pienso así ahora.
Pregunta: Aparte de ese deseo de cambiar en las letras de tus canciones, ¿existe también una modificación musical?
Pajarito: Bueno, en la línea rítmica hubo un cambio, pero pienso que eso va a cambiar progresivamente, porque yo estoy cambiando en estos momentos mi forma de componer y mis preferencias musicales. Como te podes dar cuenta, eso no puede suceder de un día para otro: sería falso si lo hiciera. Pero por el momento abandoné el clásico rock and roll de tres tonos. Lo que compuse últimamente sigue siendo rock pero no es su forma tradicional, como eran las últimas composiciones que grabamos con la Barra.
Pregunta: ¿Cuáles son las primeras producciones dentro de esa línea?
Pajarito: Bueno, seguramente en la primera semana de mayo va a aparecer mi primer disco simple como solista. El lado A» se llama «Presidente del país» y el otro «Hombre sin nombre».
Pregunta: El tema «Presidente del país» es la primera canción sobre la consabida pregunta «¿qué haría usted si fuera Presidente?».
Pajarito: No, no tiene nada que ver con éso. Es al revés: es un mensaje de alguien común a los presidentes del país. Esta es la estrofa principal:
Tú, Presidente del pais.
Tú, de la tierra labrador
No ves que está esperando en tu jardín
Algo que quiere crecer en paz
Y es tu hijo, el hombre del año 12000
Tú, Presidente del país
Tú. de una empresa director
A ti, gran poeta y soñador
A ti, que eres músico o pintor
Que tu hijo traiga en la mano una flor.
En realidad es un mensaje para todos. Todos pueden ser presidente del país, de un país futuro donde la paz sea la constante principal entre los hombres. No sé si en ésto se puede advertir el cambio temático que me propuse hace algunos meses, pero con toda seguridad en los temas que están preparados para aparecer posteriormente mis ideas se van aclarando mucho más,
Pregunta: ¿Cómo son los otros temas?
Pajarito: Tomar partido por la paz, como en el tema anterior, está bien. Lo ha hecho mucha gente pero lo que vale es el enfoque que puede convertir el mensaje en algo más directo o no. Pero en los dos temas que, probablemente integren el segundo simple, mi posición es bastante radical y terminante con respecto a un problema que está acosando a nuestro país en los últimos dos años y que pretende ingresar entre las generaciones más jóvenes. Me refiero a las drogas. Los escribí, en principio, porque me había comprometido a hacerlos. Era casi un juramento. Además pienso que para el cantante llegó la hora de dar la cara y enfrentar los problemas de la realidad cotidiana y dejarse de delirios y cuestiones psicodélicas. Y, por sobre todas las cosas, lo escribí porque vi, y comprobé, cómo está pudriéndose gran parte de una generación. Esas porquerías que toman los están convirtiendo en un montón de basura: ya están reventados.
Pregunta: ¿Por qué ponés tanto énfasis en este punto? ¿Hay algo de mea culpa en todo lo que decís?
Pajarito: Puede ser. Todos estos cambios de continente y contenido, producidos en el legendario roquero Pajarito Zaguri, podrán comprobarse, como él mismo lo adelantó, en la primera semana de mayo con la aparición de su primer simple. Coincidentemente se presentará en el cine arte con una orquesta de diez integrantes para adelantar a la prensa en general los nuevos pasos de su carrera musical a través de sus nuevos temas. Quince días después, en el mismo escenario, hará su presentación para el público.