El cantautor argentino presenta su tercer EP, “Estaciones”, un testimonio documental de cómo un ser humano se ve reflejado en los cambios que propone la naturaleza.
“Es un relato de cómo se reflejan las distintas partes del año en mi subjetividad –explica Fuks sobre el concepto del flamante EP-. Las canciones no hablan específicamente del otoño, el invierno, la primavera y el verano sino de lo que resuena en mí en relación a esos momentos. Realicé la composición y grabación durante una residencia artística en Río de Janeiro y justo fue un momento de lluvias muy intensas e inundaciones, fenómenos no previstos para ese momento del año. Tomé eso medio como una señal: las estaciones como las conocemos están cambiando. Me pregunté entonces, más allá de los resultados obvios de este proceso, cómo nos impactaría simbólicamente ese cambio”.
¿En qué se diferencia este tercer EP con los anteriores?
Es el primer material que, aparte de piano y la voz, incluye paisajes sonoros registrados en Sao José do Vale do Río Preto, donde se grabó el material. Estos paisajes me los cedió muy amablemente una artista argentina que se llama Verónica Cerrotta y que vive allí parte del año. Con Matías Gatti, que realizó la mezcla, armamos un blend entre mi música y los registros de Gabriela. El resultado es increíble porque cerrás los ojos y podés trasladarte al medio de la selva sin moverte de la ciudad. Es como escuchar un concierto en medio de la sierra carioca. En este sentido, el EP funciona como una reserva natural auditiva. Más allá de esto, este último EP es el más conceptual de los tres: mientras que las canciones de “Deriva” y “Casi” se valían por sí mismas, estas cuatro canciones no tienen mucho sentido una separada de la otra: se trata de un único viaje sonoro en cuatro movimientos.
¿Qué pasó en tu carrera musical durante estos cuatro años entre “Casi Vol 1” y la salida de “Estaciones”?
La procrastinación es una palabra que está muy de moda, pero no por eso es menos oportuna: me dediqué más al “oficio” de la música que a la parte creativa. Seguí componiendo y tocando, pero muy esporádicamente. Luego, cuando tenía tiempo para grabar, mezclar, etcétera, no tenía plata y cuando tenía plata no tenía tiempo. De todos modos, la maquinaria creativa no se apaga nunca, trabaja incluso de manera inconsciente. A veces tarda más en dar sus frutos, pero eventualmente uno se da cuenta, al ver el resultado final, cuán largo había sido el proceso y este por lo general arranca antes de que uno diga oficialmente “bueno, voy a ponerme a trabajar”.
¿Qué planes vienen por delante para la parte final del año?Calculo que como la mayoría de los argentinos mi principal plan es sobrevivir (Risas). En cuanto a mi carrera en sí, en principio tengo compromisos con otros proyectos musicales más allá de mis canciones. La idea de esta segunda mitad del año es cerrar algunas ideas y pedazos de canciones que tengo sueltas para grabar material nuevo y no dejar otro bache de cuatro años.