Este año, los Octafonic, vestidos de traje, distorsión, vientos y teclados, se cargaron al hombro a «Mini Buda», uno de los mejores discos del 2016, y ése es seguramente uno de los motivos por los cuáles forma parte del line up de esta edición del Personal Fest.
Nicolás Sorín (voz líder) y Mariano “Tano” Bonadío (drumpads) hablaron con Rock.com.ar sobre la evolución del show desde la presentación de la nueva placa, la improvisación en vivo, los inéditos y también sobre lo que preparan para su set en el festival el 22 de octubre.
El nuevo hijo del grupo se llama «Mini Buda» y lo presentaron el 16 de agosto ante un Vorterix colmado con grandes repercusiones, aunque cuentan que el show fue duro, en palabras de Mariano “Tano” Bonadío porque “Estaban arrancando con los temas en vivo”, a lo que Nicolás Sorín complementa, “Estábamos muy fríos todavía… el show se puso más divertido después del Vorterix”.
En la última presentación de la banda en la ciudad de La Plata durante más de una hora se respiró un aire de distensión. Todos los integrantes del grupo disfrutan del vivo, Sorín juega a ser el dueño de la batuta (de hecho, lo es), marca el tempo, frena a sus compañeros, los señala, pide más volumen, rapidez, fluidez y exige carisma, aceptación, complicidad.
¿Los ensayos son así? ¿Son cómo el vivo?
Tano: Depende la seriedad del día. Si hay que preparase, se toca el show de principio a fin. Hay veces que es más relajado el ambiente, depende de qué se esté preparando.
Lo había hablado con el Chino Piazza, en una parte en el show de La Plata, en el solo de «Monster», que duró diez minutos, vos (Sorín) jugabas con la banda como si fuese una orquesta. Le pregunté si eso se ensayaba o salía en el momento, me dijo que era mitad y mitad.
Sorín: No lo ensayamos a eso.
Tano: Se sabe que la regla es responder a la gestualidad de él (Sorín), es lo que todos tenemos en común. Después lo que él haga, a quién señala y por qué o hacer qué cosas durante cuánto tiempo, eso ya es improvisado.
Cuenta el Tano que es mirar a Nicolás y seguirlo, responder a él y que haya un feedback, “Lo divertido es el resultado, más que lo que cada uno hace por su parte”. Octafonic funciona como un equipo, y Sorín es el diez que lleva la pelota pegada al pie, habilitando para el pase-gol.
Una particularidad es que prueban mucho en el vivo, se me viene a la cabeza «Adiós», canción que solamente tocan en los shows…
Sorín: Quedó afuera de «Monster»… el otro día lo tocamos en Córdoba porque lo pedían como locos.
Tano: Hacía mucho que no lo hacíamos. Son temas que quedan afuera, que por ahí son más dignos de tocar en vivo que ir en un disco. Capaz el tema se convierte el día de mañana en un lado B… “Octafonic: Los descartes” (risas).
Sorín: Está ahí, está grabada. Pero no salió.
Inauguraron el año tocando en el Cosquín, están empezando a ser una banda de festivales. Lo bueno de ustedes es que son incatalogables en cuánto a género se refiere.
Tano: Está buena la mezcla, encaja.
Sorín: Es todo muy ecléctico.
¿Qué están preparando para el show del Personal Fest?
Tano: Tocamos cuarenta minutos, el set el resumen de los tres o cuatro años que llevamos en la ruta.
Sorín: Son los hits de todas las épocas.