Sergio Berdichevsky y Fernando “Carucha” Podestá, guitarrista y cantante de Nativo, cuentan los secretos de su segundo álbum, “Futuro”, y revelan sus influencias y ambiciones. Por Matías Ball, para Ciudad Internet.
Con su segundo disco peleando en la calle desde hace tres meses, en medio de la crisis y la recesión, Nativo sale ahora a combatir también desde los escenarios. La fractura de la muñeca de su baterista, Gustavo Rowek, fue un balde agua fría, justo cuando la banda iba a iniciar su gira de verano.
Pero con su nuevo video recién editado, la banda quiere ocupar el lugar por el que viene peleando desde hace cuatro años. El guitarrista Sergio Berdichevsky (ex Rata Blanca como Rowek) y el cantante Fernando “Carucha” Podestá conversaron con Ciudad Internet y dejaron bien en claro que no están atados a ningún dogma metálico.
– Lo primero que llama la atención en su nuevo disco “Futuro” es el arte de tapa…
– Sergio: Lo que Nativo trata de buscar todo el tiempo es un concepto, una idea. Si bien los discos no son conceptuales, sí encierran un concepto muy claro, tanto el primero (“Consumo”) como el segundo. Las letras, la gráfica, la música, todo encierra una idea. Si bien el presupuesto es bajo, no tiene porque no salir una buena idea a flote, aunque sea con pocos recursos económicos.
– Carucha: Igualmente, es una pena que parte de ese trabajo se pierda. El disco se edita ahora en México, por ejemplo, y nosotros ya sabíamos que al salir por un sello grande, el arte de tapa no va a salir como en la edición original. Te lo simplifican mucho. Cuando yo era chico, me entusiasmaba la idea del disco original, con su arte, las letras y todo eso. Está bueno que el disco tenga algo más, aparte de la música.
– S: En nuestro caso, además, la idea de un cuaderno con 98 hojas en blanco es imposible de piratear. Lo peor es cuando lo comprás por derecha, en una disquería y en su edición oficial, pero te viene con una fotocopia color del arte original, para ahorrar costos.
– Editaron el disco en una mala época ¿Qué repercusión está teniendo?
– C: El álbum se vende lento, pero se vende. Aunque hace cuatro años que estamos tocando, recién ahora hay una onda con Nativo. Vas a un lugar, y la gente ya te empieza a reconocer y a decir: lo de Nativo está bueno.
– S: Además, se nos complicó porque Gustavo se quebró la muñeca en diciembre, así que tuvimos que suspender la gira de verano que íbamos a hacer. Pero todos los días se vende un disco de Nativo.
– Teniendo en cuenta que dos de ustedes (Sergio y Gustavo) vienen de Rata Blanca, sorprende que Nativo tenga poco que ver a nivel musical con esa banda.
– S: Creo que Nativo tiene en común con Rata la profesionalidad con que encara el trabajo. Rata era una banda impecable a nivel profesional, y Gustavo y yo tratamos de trasladárselo a los chicos. Y lo aplicamos a todo, a los ensayos, a las escenografías, a las letras.
– ¿Cómo salen los temas?
– S: Están firmados por toda la banda. Uno trae una idea al estudio y sobre eso comenzamos todos a tocar. Gustavo es el que escribe las letras, que es letrista ya desde la época de V8 y Rata.
– C: Mientras ellos tocan, yo improviso una melodía sin letra en el micrófono, y sobre eso se escriben las letras.
– En la música hay varios rastros del grunge. “El ajuste” parece Soundgarden, por ejemplo. Y algunos arreglos de voces recuerdan a Alice in Chains…
– S: Sí, pero no te olvides que “El ajuste” tiene trompetas.
– C: Lo de las voces es cosa mía, a mí me encantan Alice in Chains y Faith No More, por ejemplo.
– Son influencias que no se dan mucho en el metal argentino…
– S: Es verdad, pero también tenemos cosas muy variadas. Del tema ese, “El ajuste”, que tiene trompetas y tumbadoras, pasamos a una canción de Creedence, como la que grabamos (“Have You Ever Seen The Rain”), y de ahí a “El Hacker”, que es un instrumental muy intrincado.
– C: A ese tema le pusimos una letra ahora, para el programa de la Rock and Pop “El Quinto Jinete”.
– S: El tema ya tenía una melodía, con otra letra. Así que usamos esa melodía, le cambiamos la lírica, y quedó así.
– ¿Y cómo acepta el público metalero esos cambios?
– C: Mirá, lo que más escucho yo en mi casa es funk y soul. Y trato de aplicar esa escuela a mi música, como hace Mike Patton en Faith No More. Lo bueno de la música de Nativo es que es lo suficientemente variada como para tocar en cualquier contexto. Hemos tocado con Attaque 77, con Catupecu Machu, y siempre nos recibieron bien.
– S: Hay un tema en el disco que se llama “Poder cambiar”, que es un gusto que uno tiene que poder darse. Yo sigo siendo el mismo, y creo exactamente lo mismo que cuando tenía 18 y tocaba con Rata Blanca. O sea, creo en la magia, creo en el cambio, en las personas, en la libertad. Sigo teniendo esas mismas creencias, pero creo que el hecho de poder cambiar es un gusto que podés darte. Vos podés seguir siendo el mismo, y al mismo tiempo podés admirar o comprender más cosas. Yo no creo que uno nazca de una determinada manera, y que no se pueda modificar nada. Los cambios vienen siempre después de las crisis; uno a lo largo de la vida va teniendo un montón de crisis, y la música también. Yo no le puedo hacer oídos sordos a esos cambios. Además, Nativo tenía un solo disco. Si uno ya hizo nueve, y en el décimo cambia, quizás se lo puedan echar en cara. Pero nosotros recién estamos empezando, y estamos formando nuestro sonido. Nosotros nos hicimos esa pregunta, y resultó que la gente lo tomó como se lo dimos. El que está abierto a recibir cosas, lo acepta. El que está enfrascado en siempre lo mismo, se queda ahí.
– C: A mí me gusta que haya chicas en los shows, y eso no es muy común en el público del metal. De hecho, en el disco toca Andrea Álvarez en percusión. Por eso ponemos énfasis en las canciones. Pero cuando queremos ser pesados, somos re-pesados. Pero mi lema es “aguante el rock”, no “aguante el metal”.
– Aunque los miembros de la banda son todos virtuosos de su instrumento, el lucimiento es más grupal que individual.
– S: A mí me pasa mucho que veo grandes músicos, pero que no me gusta ningún tema. Ingwie Malmsteen, por ejemplo, nunca tuvo una canción que respaldara lo bien que toca, salvo quizás en Alcatrazz. Y me pasa lo mismo con Sepultura, que tiene unas bases impresionantes, pero no hay melodías. Si a mí me preguntan quién es mejor, Malmsteen o Keith Richards, yo te digo Richards. Lo que quedan son las canciones. No somos tan deudores del metal clásico como del rock clásico.
– A diferencia de Rata, ustedes tienen un sonido más americano que europeo…
– S: Es verdad. En general, a nivel metal Argentina tiene más influencias europeas que norteamericanas. Con Nativo cambiamos un poco eso, y se nota en la elección de los covers (Creedence, Stevie Wonder, Red Hot Chilli Peppers). Incluso el de Electric Light Orchestra tiene un sabor más americano que europeo. Y no sabés los covers que estamos haciendo: “Beds Are Burning”, de Midnight Oil, “My Sharona”, de The Knack, “Modern Love”, de David Bowie, en versión punk.
– C: Es importante que haya una canción detrás de todo el volumen de la banda. Por eso a mí me alucina cuando, después de un show, se me acercan y me dicen que entendieron todas las letras que canté.
– ¿Ya tienen temas nuevos?
– S: Con el tema de la fractura de Rowek, recién empezamos a ensayar hace poco, con lo que nos perdimos la posibilidad de hacer canciones nuevas. Ya tenemos ideas, pero aún no nos pusimos a redondearlas. La composición se nos hizo muy fácil con el correr del tiempo, nos ponemos a tocar y enseguida salen solas las canciones.
– C: Después decidimos de qué tema queremos hablar, y surgen las letras. “El ajuste”, por ejemplo, se refería al ajuste de Machinea, pero ya cambió completamente de significado.