Tras presentarnos la versión acústica de «Lo que fuimos» junto a Livia y sorprendernos con su fresco EP «Destiempo», Joaco de Oro dio un paso más: acaba de publicar el videoclip de su nuevo single «Cuantos besos», una canción indie-pop con reminiscencias R&B, que expresa las indecisiones presentes en una relación que no deja de moverse en círculos.
«‘Cuantos besos’, tanto a nivel musical como en su videoclip, quiere representar las confusiones y vueltas que pueden existir en un vínculo, en donde no sabés bien para dónde va ni cómo va a terminar, pero de todas maneras seguís en esa», comentó Joaco de Oro sobre el tema. En el videoclip, realizado por Corte Producciones, vemos al músico reflexionando y cantándole a alguien que no desea escucharlo, mechado con flashbacks de momentos que vivieron juntos: «es como una montaña rusa de emociones», agregó.
Este nuevo single de estribillo pegadizo supone una subida de vara a nivel sonoro para Joaco, ya que fue trabajado por Pableen Ambar en estudios Romaphonic, quien estuvo a cargo de la co-producción, mezcla y mastering. También, significa una mutación musical para el artista, quien una vez más sube la apuesta innovando en sus sonidos, mostrándonos su lado más pop.
Joaco de Oro es un músico, compositor y productor de 22 años que comenzó oficialmente su carrera musical a inicios de la cuarentena, cuando su vida pegó un volantazo. Es así que luego de una serie de viajes introspectivos, el músico comenzó a compartir sus estados anímicos más profundos, produciendo sus canciones con mucho cariño y esfuerzo desde la comodidad de su bunker-home-studio en Buenos Aires.
Las canciones de Joaco son oscilantes: su mundo armónico es transparente y ecléctico, pudiendo mutar en cualquier momento. Encariñarte con una de sus facetas no es recomendable, sino más bien estar preparado para lo próximo, teniendo en cuenta su característico estilo nómade.
Cuenta con un EP de 4 canciones titulado «Destiempo» (2020) que incluye su hit «Helado de limón», además de 4 singles: «Flotando ando» (2020), «Lo q hay en mí» (2020), «Un refugio» (2020) y «Lo que fuimos» (2021) en acústico junto con Livia. En 2020 fue seleccionado entre más de 1200 artistas de todo el país en Experiencia Emergente.
Acabás de lanzar tu nuevo single «Cuantos besos». ¿Cómo fue el proceso de producción para la cual trabajaste junto a Pableen Ambar? ¿Qué crees que le aportó a la canción?
El proceso fue muy loco porque yo ya había terminado la canción y estaba listo para mandarla, hasta que participé de una competencia y un día Pableen Ambar me dice «Che Joaco, te venís a Romaphonic, grabamos de nuevo las voces y re-producimos tu canción? ¿Que decís?». Y yo flipé colores (risas). En un punto fue difícil separarse de mi versión anterior. Fue todo un proceso realmente, pero en cuanto superé ese fenómeno denominado «demo-love», el nuevo espectro sonoro me sedujo totalmente, la canción estaba pidiendo a gritos encarar ese rumbo, la química se sintió y los dos quedamos muy conformes con el resultado.
El sencillo narra los idas y vueltas que pueden haber en un vínculo sentimental. ¿Cómo fue la composición? ¿Está basada en una experiencia personal?
La composición se fue dando en distintas etapas. Primero salieron los acordes con la guitarra y la letra del estribillo, ahora que recuerdo. Al principio, «Cuantos besos» era una Bossa Nova (risas). Luego la pasé al piano y me encontré con que estaba haciendo acordes con un estilo R&B y me copó más para la onda de la canción. La letra se fue dando alrededor del estribillo y la terminé recién en un viaje que hice con mi viejo a una ciudad que amo y que me trae mucha inspiración y recuerdos: Miramar. Lo que narra la canción es verídico, y lo más probable es que siga pasando, debido a que es difícil apagar esa calesita de indecisiones. A veces me encuentro con que muchas de las cosas que escribo en mis canciones las entiendo recién un tiempo después.
Para el videoclip trabajaste con Corte Producciones. ¿Cómo surgió la idea del clip? ¿La trabajaron en conjunto?
Lo más lindo de toda la experiencia del videoclip fue la relación que construimos desde el día cero. Cuando empezamos a tirar ideas, nos dimos cuenta de que buscábamos lo mismo y eso nos dejó ser totalmente creativos y respetuosos ante las ideas de los demás. Sí, lo trabajamos en conjunto, los chicos del team me dieron el lugar exacto en el que quería estar, me gustó participar activamente del proceso, y eso hizo que se creara como una fuente de buena onda, cariño y respeto que fue crucial para conseguir esto que tanto anhelamos en su momento y que hoy en día nos enorgullece a cada uno de los que participamos.
El año pasado lanzaste tu primer EP «Destiempo» e iniciaste tu proyecto solista en medio de un contexto mundial complicado. ¿Cómo fue la experiencia de componer y grabar en plena pandemia?
Inicié el proyecto solista públicamente al inicio de la cuarentena, pero en el interior ya estaba activo hace tiempo. La pandemia y un par de situaciones en las que toqué fondo fueron las excusas perfectas para obligarme a saldar la deuda más grande que tenía conmigo mismo. Empezar a grabar y producir mis canciones en plena pandemia fue como estar surfeando en un mar que por momentos me hacía deslizarme en adrenalina y bienestar, mientras que por otros, me revolcaba sin saber en qué dirección se encontraba la superficie. Muchas horas aprendiendo por prueba y error, venciendo esos miedos que parecen infinitos, noches hasta las 5 AM ignorando la pregunta «¿Seré bueno para ésto?» y confiando en el «Nací para ésto».
Con el lanzamiento de «Cuantos besos» en mano, ¿qué planes o proyectos tenés para lo que resta del año?
No la quiero quemar pero, con respecto a mi proyecto, tengo en mente muchas cosas que prefiero no mencionar para no comprometerme aún con ninguna. Lo que sí quiero adelantar es que estoy preparando los shows en vivo para que vivamos las canciones en persona. Mientras tanto estoy produciendo a otros artistas que por suerte me inundan de arte y me mantienen enfocado en lo que amo. «Cuantos besos» está a la espera de alguien más… solo que éste alguien es un poco más oscuro y necesita de una atención un poco más específica.